Todo está listo para que los vigueses inicien este fin de semana un desconfinamiento ordenado. Operarios del Concello y agentes de la Policía Local retiraron ya ayer las cintas que prohibían el acceso a paseos clave como los de Samil y el Lagares, la muralla del Castro o el parque de Castrelos, pero el alcalde lanzó una advertencia: solo podrán pasear por esto entornos los vecinos de la zona que vivan a menos de un kilómetro de distancia y si hay aglomeraciones "los vuelvo a cerrar".

El alcalde y presidente de la FEMP insistió ayer en que el distanciamiento social es la mejor medida para prevenir los contagios, como se lo recalcaron los 15 expertos que forman parte del consejo asesor municipal para la desescalada: distanciamiento y lavarse bien y muy a menudo las manos. Caballero recordó que en la primera reunión del consejo una de las conclusiones a las que se llegó fue la consideración de la provincia como el mejor criterio territorial para desarrollar la desescalada, porque no tendría sentido separar Vigo y Pontevedra, dada la proximidad geográfica y también teniendo en cuenta la unión sociológica y económica que existe. Aunque se pueden tener en cuenta las áreas sanitarias -como propone la Xunta y otros gobiernos regionales y se ha avenido ahora a estudiar el propio Gobierno-, admitió el alcalde, la división provincial también permitiría mayor movilidad dentro del territorio en el camino hacia la nueva normalidad.