Una treintena de soldados de la Brilat llegaron a Vigo a finales de marzo para reforzar la seguridad a causa de la crisis del coronavirus. Desde entonces han colaborado en múltiples tareas de desinfección en lugares como hospitales o centros de salud, entre otros. Ahora le ha tocado el turno al centro de menores Alborada. Antes de comenzar con la limpieza, los militares llevan a cabo un protocolo de desinfección de sus trajes y se protegen con guantes, mascarillas y gafas.
La Brilat suma casi un centenar de actuaciones de desinfección en la provincia de Pontevedra desde que se decretó el estado de alarma, además de destinar efectivos a labores de vigilancia y control de distintas localidades y de la frontera portuguesa. Casi medio centenar de desinfecciones han sido realizadas en residencias de la tercera edad.