A expensas de lo que dicte el comité asesor que orientará al Ayutamiento en la desescalada, Abel Caballero ha lanzado hoy una de las ideas en las que ya trabaja: la apertura de las playas, eso sí, con medidas extraordinarias de seguridad. Una de ellas es el cuadriculado de los arenales, de manera que se limitaría el aforo de bañistas por zonas especificadas y se minimizaría el contacto entre personas; o la aplicación caminos de ida y vuelta en los paseos próximos. "Estamos haciendo un estudio ya", ha avanzado el alcalde, al tiempo que ha reivindicado la propiedad de la idea, que ya trasladó en el seno de la Femp, después de que la Junta de Andalucía trasladara el domingo una propuesta similar. "Voy muy por delante en todo esto, otra cosa es que no lo cuente", ha sentenciado.

Caballero ha subrayado que el "elemento central" de todas estas medidas tendrá que ser la seguridad, pero ha remarcado que la reapertura condicionada de las playas incentivaría el flujo de visitantes, sobre todo turismo nacional, y espolearía la ocupación de los hoteles. Eso sí, el jefe del ejecutivo municipal ha descartado el uso de mamparas.

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Después de mantener una reunión con el sector de la construcción, al que ha prometido mantener el ritmo de inversión desde el Concello, y horas antes de mantener otro encuentro con la hostelería y los restaurantes, Caballero ha destapado otra medida para evitar al máximo los contactos: la peatonalización temporal de calles en festivos y domingos. La primera podría ser Areal, este mismo 1 de mayo festivo, si las previsiones meteorológicas acompañan, puso como ejemplo; y seguidamente podrían llegar otras, como Camelias, Policarpo Sanz o las calles Barcelona y Zamora, salvaguardando los accesos a Povisa.

Por otro lado, el Ayuntamiento planteará a los hosteleros el ensanchamiento de terrazas y la ocupación de espacios públicos para sortear las limitaciones de aforo.