La pandemia del nuevo coronavirus está obligando a la sociedad a extender el uso de las nuevas tecnologías o, a veces, a adelantar planes en este sentido. En el ámbito sanitario, también. El Hospital Álvaro Cunqueiro ha ampliado los sistemas de monitorización para hacer un mejor seguimiento de los infectados ingresados y reducir los riesgos con una menor exposición del personal.

Por un lado, se ha reorganizado la atención de las unidades de cuidados intermedios. Estas son zonas para pacientes de cardiología, neumología o neurología que necesitan más cuidados que en la hospitalización convencional, pero menos que en UCI. Ahora, se han habilitado en ellas zonas diferenciadas para positivos, sospechas y negativos. A todas ellas se ha extendido un "nuevo sistema de monitorización o telemetría" que permite "un control automatizado, continuado y permanente de estos pacientes".

Por otra parte, en la planta de ingresados con Covid-19 se ha iniciado el programa piloto "Habitación inteligente", en el marzo del proyecto Innovasaúde y Hospital 2050. Se han colocado cámaras web en doce habitaciones que envían la imagen al control de Enfermería. Se emplean con pacientes autónomos porque se requiere de su colaboración para colocarse los aparatos de medición, como electrocardiógrafos, pulsímetros o tensímetros. Un monitor ubicado en el cabecero de la cama obtiene los datos y los envía al control Se evita así que el personal entre en la habitación, portando objetos que potencialmente pudieran contaminarse.

La cifra de contagiados en fase activa de la enfermedad subió ayer en ocho pacientes, hasta los 1.219. Es un dato que sigue creciendo, frente al de ingresados, que parece haber alcanzado su pico hace tiempo. Según el último parte del Sergas, ayer había 74 en los diferentes hospitales vigueses y 15 de ellos requerían cuidados en unidades de críticos, el número más bajo desde el 24 de marzo. Se concedieron cuatro altas nuevas y van 384. Hay un nuevo fallecido en la residencia de DomusVi Barreiro, que lleva 25.