En el Punto de Atención Continuada (PAC) de Vigo tratan de ser "un muro de contención" para que los pacientes no tengan que acudir al hospital. Así, han duplicado su atención a domicilio para asistir a personas encamadas o impedidas y que no tengan que ser derivadas al Álvaro Cunqueiro.
Los profesionales han comparado las atenciones de estos primeros días de abril con las de estas fechas del año pasado y son un 100% más. En la última guardia de 24 horas acudieron a 42 domicilios. Sin disponer de los mismos medios de Hospitalización a Domicilio, pero tratan de realizar una función similar para que estas personas, sobre todo mayores pluripatológicos, no tengan que trasladarse a un centro sanitario por una descompensación.
Contaban con un equipo de médico y enfermero para estos servicios, con el apoyo de otro. En la actualidad, ambos se dedican casi todo el tiempo a esta actividad. Gracias a un refuerzo en la plantilla del PAC, también pueden dedicar dos equipos a la zona Covid, donde atienden a todos los pacientes con patología respiratoria, y otros dos al resto de patologías. Para evitar contagios, los primeros están instalados en las dependencias habituales del PAC, en la primera planta. Los segundos, en las del centro de salud Taboada Leal, en la tercera planta del mismo edificio.
Aunque a la mayor parte de los pacientes los atienden por teléfono. "Antes no se hacía y ahora es mayoría", explica la doctora Elisa Ausín y destaca que hacerlo sin ver al paciente físicamente "requiere bastante esfuerzo". Resuelven por esta vía infecciones de orina, amigdalitis, dolores de cabeza, musculares, de espalda... Pero no todo puede hacerse a distancia. Lo criban con un triaje telefónico. El teléfono para consultas es el 986 23 60 59. Los que tengan dudas o síntomas leves de Covid-19 también pueden llamar al 900 400 116 y los casos graves o emergencias de cualquier tipo, deben hacerlo al 061.
Además de la patología respiratoria, están percibiendo mucha patología derivada del confinamiento, como pueden ser cuadros de ansiedad o crisis hipertensivas.
El servicio vivirá una Semana Santa muy diferente. Este período vacacional suele ser un punto álgido de demanda de atención en el PAC ya que la población crece con los turistas y reciben muchas visitas por actividades al aire libre o de ocio. Algo que no sucederá este año.
La atención a la pandemia y el confinamiento lo cambian todo. La evolución del contagio está alcanzando una fase de estancamiento en el área. En la última semana, la cifra de infectados activos ha variado en una horquilla de 45 personas. En el último parte del Sergas, correspondiente al miércoles, solo se contabilizan tres más que 24 horas antes, hasta los 1.069. El número de nuevos casos está subiendo poco y a un ritmo muy similar al de las altas -con 19 más el miércoles, se alcanzan las 169- con altas de pacientes curados y fallecimientos.
Lo que sigue creciendo son los decesos. Ayer, la Consellería de Sanidade notificó otros seis. Dos de ellos se produjeron en el Hospital Álvaro Cunqueiro. Se trata de una mujer de 62 años y un hombre de 92, ambos con patologías previas.
En cuanto a los recursos hospitalarios, la pandemia parece haber llegado a su pico tanto en camas de hospitalización como en las de críticos. De hecho, las primeras ya llevan cuatro días de bajada. Los pacientes infectados por el nuevo coronavirus ocupan 150 camas en los hospitales vigueses: 86 en el Cunqueiro, 52 en Povisa y 12 en Vithas Fátima. En las unidades de críticos se mantienen en 34 enfermos, tras haber alcanzado la mayor cifra el domingo 5, con 37 pacientes. La mayoría están en Beade (20), hay 10 en el centro de la calle Salamanca y otros 4 en Vía Norte. Este hospital dio ayer el alta a tres personas. En casa, con síntomas leves o asintomáticos, los sanitarios siguen a 919 personas
