Abel Caballero predicará con el ejemplo durante la crisis del coronavirus. El alcalde reveló ayer su decisión de renunciar a la mitad de su nómina correspondiente al mes de abril a modo de "gesto" ante la difícil situación que atraviesan cientos de familias y, en general, la ciudad. Después de transmitirle su voluntad al interventor el lunes, el dinero redundará en las arcas municipales "si es técnicamente posible", precisó el regidor. Una hacienda de la que se han extraído más de 300.000 euros solo para atender necesidades sociales durante el estado de alarma. El último ejemplo es la concesión de 500 nuevas becas comedor, que se suman a las 1.033 ya entregadas.

El primer edil explicó su iniciativa como un "medida voluntaria" en la medida de las posibilidades de cada uno, aunque posiblemente tendrá reflejo en otros concejales de su gobierno. "Algunos en nuestra situación personal podemos renunciar, a lo mejor algunos no pueden. No es lo mismo una familia como yo, que somos dos y que tenemos el piso pagado, que una familia de más gente y tengan que pagar sus hipotecas. No se lo recriminaría", razonó. De acuerdo con la última tabla publicada por el Ministerio de Política Territorial, el sueldo anual del alcalde de Vigo fue de 75.382 euros en 2018. Por otra de sus grandes responsabilidades, la presidencia de la Federación de Municipio y Provincias (Femp), no percibe retribución. "Es más, gasto dinero de mi bolsillo muchas veces", explicó.

No es la primera vez que Caballero se aplica la "tijera" en el salario. En 2010, en plena crisis, anunció que se aplicaba una rebaja del 15% conjuntamente con la oposición; y en 2012 lo anunció de nuevo. En los últimos días, a raíz de la epidemia del coronavirus, otras figuras políticas han hecho lo propio. Desde Feijóo, sus conselleiros y los diputados del PP -donarán el 30% de su sueldo de abril-, hasta el líder de los socialistas gallegos Gonzalo Caballero -un 50% de los ingresos desde la alarma-; la dirigente del BNG, Ana Pontón -una parte de la nómina de marzo-; los diputados del Grupo Común da Esquerda en el Parlamento -hasta los 2.000 euros al mes, desde los 5.052-, u otros alcaldes como el ourensano, Gonzalo Jácome -30%--.

Dentro del Ayuntamiento, el grupo municipal del PP comunicó ayer que donará un 30% de los ingresos de abril a las cuentas abiertas por el Sergas para contribuir a la lucha contra el coronavirus, siguiendo el ejemplo del gabinete de Feijóo.

Ayuda social sin techo

Entretanto, mientras por un lado se incentiva el ahorro, la política social de Vigo no entiende de techos. "Todo aquello que sea preciso gastar para la cobertura de gente que lo necesite, lo atenderemos sin límite presupuestario", proclamó el alcalde. Desde la alarma, los guarismos se elevan. El Ayuntamiento ya ha invertido más de 300.000 euros en ayudas de emergencia durante la alarma. Y sigue. En un único día, se concedieron 102 prestaciones por más de 26.000 euros.

Las becas comedor son otra muestra. Se han repartido ya 1.533, tras aprobar medio millar más, por un importe de 50.000 euros. Otros 40.000 se destinan a financiar a Cruz Roja para la gestión y los recursos del pabellón para sintecho de O Berbés; en un plan que incluye los albergues municipales o pensiones, y que ha dado techo a 140 personas. Un segundo pabellón está listo, por si fuera preciso. En cuanto a menús a domicilio, el Concello ha invertido 50.000 euros en 4.240 comidas, y 28.000 al cátering de alimentos y reparto de los comedores sociales.

Para hacer frente a las nuevas necesidades sociales de emergencia, Vigo puede recurrir hasta a 3,8 millones de euros de superávit -el 20%- si lo autoriza directamente el alcalde, de acuerdo con lo aprobado por el Gobierno, como quiso reconocer Caballero. Además, el Concello contratará a tres personas más para atender la "muy fuerte" demanda del área de Benestar Social.

La actividad de los plenos se reanudará también, aunque a distancia . Caballero anunció su intención de convocar la sesión aplazada para la próxima semana, y celebrarla telemáticamente.

En la sanidad, el regidor agradeció las casi 8.100 mascarillas donadas por la Fundación Amancio Ortega -"no las hace la Xunta", quiso precisar- y la empresa Caamaño Asia; y lamentó que se queden "sin repartir" las 15.000 mascarillas entregadas por el Gobierno gallego que, dijo, "están caducadas" a fecha de 2014, mientras San Caetano no responda si son aptas para su uso.