Trabajadoras de la residencia de ancianos DomusVi de Aldán (Cangas), han hecho llegar un escrito a FARO donde alertan de "graves" carencias de equipos de Equipos de Protección Individual (EPIs). Es más, denuncian que el centro los tiene pero que están "guardados bajo llave" y solo los pueden usar aquellos empleados que cuentan con el "beneplácito" de quienes los distribuyen. El personal asegura además que no disponen de zonas habilitadas para realizar el lavado de manos de forma adecuada.

Otra de las importantes deficiencias de las que alertan es la existencia de "fallos en la distribución de los pacientes". Concretamente, afirman que se mantienen a residentes que han dado negativo en la prueba del coronavirus en las zonas de pacientes positivos y que hay habitaciones dobles en las que conviven personas infectadas y sanas.

"Además, las instalaciones se encuentran en unas condiciones de higiene precaria debido, entre otras cosas, a la carencia de personal de limpieza, cuya actividad es imprescindible para contener la infección y evitar que se propague".

En el escrito, que suscriben tanto varias trabajadoras de DomusVi como algunas contratadas por el Sergas para reforzar la residencia de Aldán, se denuncia que la carga de trabajo es "excesiva", con la "consiguiente imposibilidad de atender adecuadamente las demandas de los pacientes". "Además, las camas no están adaptadas a las necesidades de los residentes" apuntan.