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Mayores sanos de la residencia de Barreiro regresan a casa para evitar ser contagiados

Dos familias sacan a sus padres del geriátrico: "Teníamos miedo de que se infectasen"

Ángeles Morado y su madre, Laura Rodríguez, que estaba ingresada en Barreiro, en su casa de Bouzas.

Cada vez son menos los ancianos sanos que permanecen en el geriátrico de Barreiro. La Xunta, que asumió la semana pasada la tutela del centro ante el número elevado de contagiados, ya ha trasladado a once mayores a la residencia de tiempo libre de Patos (Nigrán) para evitar que compartan instalaciones con los positivos y, a medida que se confirmen que no están infectados de coronavirus, trasladarán al resto. Pero además, hay familias que ya han comenzado a llevarse a sus seres queridos para casa ante el miedo a una posible infección. Son dos los mayores de la residencia de Barreiro que ya están en sus domicilios. Sus hijas se lo solicitaron a la Xunta, que dio su autorización una vez se confirmó el doble negativo en las pruebas del Covid-19.

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Ángeles Morado fue la primera en dar el paso para que su madre, Laura Rodríguez, de 79 años, volviese a casa. "Estamos muy contentos porque se confirmó que no está infectada y teníamos miedo de que si permanecía en la residencia de Barreiro o la enviasen para Patos pudiese contagiarse", argumenta. Trasladó a su madre a su domicilio de Bouzas el pasado domingo, y los días previos preparó la casa para adaptarla a sus necesidades. "Tiene una habitación y un baño solo para ella y está continuamente con mascarilla. Es dependiente y tiene poca movilidad a causa de un ictus. La baño a diario con guantes y mascarilla y estoy pendiente para limpiar inmediatamente todo lo que toca", explica. El objetivo de estas medidas es seguir con la cuarentena en casa y evitar al máximo el contacto con el resto de la familia. "Está muy contenta de estar en casa", asegura Ángeles.

Rosa María Ceinos, por su parte, fue a buscar el domingo a su padre José María, de 73 años, después de que las autoridades sanitarias diesen su autorización. "Era cuestión de tiempo que si se quedaba en el geriátrico de Barreiro acabase cogiendo el virus. Y en la residencia de Patos van a acumular a muchas personas que, aunque estén sanas, a la mínima puede haber un brote. Él no es consciente de la gravedad de la situación, pero está contento de estar en casa", relata Rosa María Ceinos.

Su padre llevaba menos de un año en el geriátrico DomusVi de Barreiro. "A lo mejor dentro de tres semanas, si el riesgo es más bajo, vuelve para allí. Pero ahora está más seguro con nosotros", explica la hija de José María Ceinos.

Ángeles y Rosa María, las dos mujeres que han llevado de vuelta a casa a sus familiares ingresados en la residencia de Barreiro, son miembros de Asfareba, la Asociación de Familiares e Usuarios de Residencias e Xeriátricos de DomusVi de Barreiro en Vigo. Según pudo saber FARO, más familias solicitarán llevarse a sus seres queridos del geriátrico antes de que sean trasladados a la residencia de tiempo libre de Patos.

Mientras, continúa el goteo de fallecidos en las centros de la tercera edad del área de Vigo. Según los datos facilitados por la Xunta, el pasado domingo murieron siete nuevos ancianos contagiados con coronavirus, cuatro en la residencia DomusVi de Barreiro y tres en la de Aldán, ascendiendo la cifra total ya a 28. Solo estos dos centros de mayores han registrado hasta el momento víctimas.

En total hay 245 positivos activos en las residencias de mayores de Vigo y su área. Además de los 102 usuarios positivos de Aldán y los 64 de Barreiro, hay 17 contagiados en el geriátrico de Crecente, uno en Bella Vista Care (Nigrán), quince en la residencia de Moledo y otros quince en el Complexo Residencial de Atención a Persoas Maiores de Vigo (CRAPD), a los que hay que sumar a los trabajadores infectados.

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