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La siempre oportunista ciberdelincuencia

El Covid-19 ha derivado en un sinfín de ataques maliciosos que buscan hacerse con datos personales | La Policía de Vigo avisa sobre las compras 'on line': "Las baratijas no existen"

El bulo de Mercadona que ofrece una tarjeta de regalo por el coronavirus. FARO

"Siempre que se produce un acontecimiento extraordinario o simplemente distinto, un claro ejemplo es año tras año la campaña de la Renta, los delincuentes informáticos aprovechan para enviar emails maliciosos. Pues esto es lo que está ocurriendo ahora con el coronavirus, pero de forma mucho más intensa y con un impacto global. ¿Que hay quienes se frotan las manos y se aprovechan de todo tipo de circunstancias? Pues está claro que sí". Un agente policial vigués describe de esta manera como el Covid-19 se ha convertido en una oportunidad de excepción para la ciberdelincuencia, que desde que estalló la crisis sanitaria no ha dejado de lanzar ataques para hacerse con datos personales de usuarios de internet. Campañas de phising o las que buscan infectar y hasta secuestrar equipos informáticos se suceden sin pausa. Raro es el día en el que en las redes sociales de Guardia Civil o Policía Nacional no alertan de alguna de estas amenazas o estafas, en las que los delincuentes suplantan la identidad de organismos o empresas -lo han hecho con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el Ministerio de Sanidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y así un largo etcétera- para engañar a los usuarios y pedirle datos personales e incluso bancarios.

Hay más ataques y también mucho más gente conectada a internet. Y no solo para entretenerse durante esta época de obligado encierro en casa. El comandante Álvaro Fernández Rodríguez de la Guardia Civil de Pontevedra pone el acento en el teletrabajo, que se ha disparado a raíz de declararse el estado de alarma. "Somos conscientes del riesgo que supone el teletrabajo; el mayor peligro es que nos intenten robar contraseñas y credenciales, lo que puede causar un menoscabo importante también a nivel empresarial", afirma. "La primera recomendación, la solución ideal, sería usar un equipo para trabajar desde casa diferente al que utilizamos habitualmente para navegar por la red, minimizándose así los riesgos por ejemplo frente al phising; evidentemente, esto no siempre es posible, por lo que otra norma de oro es la de no facilitar nunca credenciales, datos bancarios, etcétera, hasta cerciorarnos de que es un organismo lícito que tiene una finalidad legal", explica.

Webs lícitas

Junto a los ataques que nos pueden llegar a través del correos electrónicos, pero también por SMS o WhatsApp, hay otra cuestión que preocupa en el momento actual, la del comercio electrónico. Extremar las precauciones y asegurarse de que se accede a webs fiables es vital para no caer en un tipo de fraude que, en circunstancias normales, ya está a la orden del día. La Policía Nacional de Vigo no detectó aún un alza notable de denuncias por timos en compras online coincidiendo con el coronavirus. "Hay algunas más, pero no es significativo", aclara un portavoz de la comisaría, que apunta, en todo caso, que es probable que haya perjudicados que no formalizaron todavía la denuncia para no tener que salir de sus casas. De hecho, el número global de denuncias en esta sede policial experimentó un descenso desde que irrumpió el Covid-19.

"Los ciudadanos están encerrados en sus viviendas y serán muchos los que decidan hacer la compra del súper a través de internet o adquirir algún aparato para hacer deporte... Hay mayor número de transacciones en la red y es previsible que crezcan los delitos de estafa", dicen en la comisaría viguesa. ¿Los consejos para evitar caer en un fraude? El primero, usar el "sentido común". "Las baratijas no existen", avisan. Asegurarse de acudir a webs oficiales o usar tarjetas virtuales para las compras online son otras recomendaciones.

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