La dramática situación que se vive en las residencias de mayores de Vigo y su entorno a causa del coronavirus está siendo especialmente difícil para los familiares de los residentes. No solo por el precario estado de salud de sus seres queridos, muchos de ellos infectados, sino especialmente por las condiciones en las que están viviendo en el interior de los geriátricos y la falta de información por parte de la dirección de los centros DomusVi de Barreiro y Aldán (Cangas). Esa "inexistente" comunicación está provocando un importante malestar entre los familiares.

"Ellos (los ingresados), están desesperados porque están encerrados allí y aislados en sus habitaciones. Y nosotros estamos desesperados porque no nos dicen nada. Desde que empezó la pandemia, los responsables del centro solo me han llamado una vez para ponerme al día de la situación", denuncia Jorge Alfaya, cuyo padre de 92 años, que dio negativo en la prueba del coronavirus, se encuentra en la residencia de Barreiro.

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La realidad descrita por Jorge Alfaya la comparten la mayoría de los familiares de los usuarios de los geriátricos de Barreiro y Aldán, los dos centros con un mayor número de infectados. La incertidumbre es tal que muchos de ellos ni siquiera conocen si su ser querido ingresado en la residencia ha dado positivo en el test de la Covid-19. Es el caso de Ana María Álvarez. Su madre, Georgina, está en Barreiro. "A día de hoy no sé nada sobre las pruebas. Me dijeron que los resultados no fueron concluyentes y nada más. No sé si mi madre está infectada o no. La falta de transparencia es total y los propios trabajadores se contradicen. Todo eso hace que desconfiemos. Llevo desde el 10 de marzo sin poder ver a mi madre en persona y la última videoconferencia con ella fue ya hace ocho días. Tiene demencia y además recientemente ha tenido una caída muy grave", relata Ana María Álvarez.

Esa falta de información es tal que alguno de los familiares se está ya plantando interponer una denuncia a la dirección del geriátrico de Barreiro una vez superada la situación de emergencia sanitaria. Es el caso de un hombre que prefiere no revelar su identidad y que tiene a su madre ingresada desde hace tres años. Denuncia que lleva ocho días sin poder hablar con ella y que desconoce su estado de salud. "Estoy desesperado. ¿Cómo es posible que solo funcionen teléfonos en diez de las 150 habitaciones? Además, cuando llamo al centro siempre están las líneas ocupadas. Cuando todo esto pase, nos veremos en los tribunales", advierte.

Por si esa carencia de información no fuese suficiente, los familiares reflejan su "preocupación" e "indignación" por las circunstancias en las que viven sus seres queridos, especialmente derivadas de la "falta de personal". "Yo siempre me posiciono a favor de los trabajadores, porque en este caso se tienen que enfrentar a jornadas eternas. Es extensible a todos los centros, pero en mi caso tengo que decir que la cantidad de personal del geriátrico de Aldán está por debajo del mínimo exigible. Llegamos a estar dos meses sin que hubiese un psicólogo en el centro", explica Sofía Leis, cuya madre está ingresada en DomusVi Aldán. El médico de la residencia le informó el lunes a las once de la noche que su madre había dado positivo por coronavirus. A Sofía también le está costando contactar con la dirección del centro. "Cuando llamas, siempre están reunidos. Estamos indignadas, nos tienen a todas en ascuas", critica.

Para paliar la falta de trabajadores, después de anunciar la intervención de las residencias de Barreiro y Cangas, la Xunta ya está reclutando estudiantes de cuarto año de enfermería para incorporarse, de forma voluntaria, a estos centros para la tercera edad. El Sergas les ofrecerá un curso específico con una actualización de conocimientos especialmente sobre las personas mayores. Se les hará un contrato como Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAEs) y estarán en todo momento tuteladas. El Sergas ya ha conseguido reclutar a dos estudiantes de enfermería para el geriátrico de Barreiro.

La decisión de la Xunta de intervenir las residencias de mayores de Aldán y Barreiro (Vigo), ambas gestionadas por el grupo DomusVi, llega tarde, según la opinión de los familiares de los usuarios de geriátricos. "Pedimos hace quince días la intervención sanitaria y ejecutiva de la dirección porque su gestión ha sido deleznable", aseguró Paulino Campos, presidente de la Asociación de familiares de personas mayores ingresadas en residencias en Vigo (Asfareba) y de la Federación Galega REDE.