La Xunta de Galicia confirmó ayer el fallecimiento de cinco usuarios de la residencia de la tercera edad de DomusVi en la parroquia de Aldán, en Cangas. Al igual que el de Barreiro, el geriátrico de Aldán fue intervenido esta misma semana por la Consellería de Política Social después de que se detectasen hasta 108 casos positivos sobre un total de 150 residentes. A esta cifra hay que unir la de los empleados que también han resultado contagiados por el coronavirus, que según los últimos datos ascienden a 17 personas, la mitad de la plantilla.

Al igual que los familiares de los usuarios de los geriátricos, el BNG de Vigo considera que la decisión de la Xunta de intervenir estos centros para mayores ha llegado "demasiado tarde". El concejal, Xabier Pérez Igrexas, asegura que el gobierno gallego ya conocía que en Barreiro no se estaban aplicando las medidas preventivas necesarias para frenar el contagio por coronavirus, y que el personal "trabajaba sin los medios precisos para garantizar la debida atención a un colectivo vulnerable y de alto riesgo".

En el centro de Barreiro, además de las cuatro personas fallecidas, se mantiene en 71 el número de mayores contagiados, según los últimos datos de Política Social. En Crecente, otro de los nuevos grandes focos, son 17 los usuarios que han dado positivo.

La asociación de familias, además, sospecha que el número de contagiados es mucho mayor que el que refleja el último informe de Política Social. Especialmente, en las residencias de Moledo y en el Complejo Residencial de Atención a Personas Dependientes, ubicados ambos en la carretera vieja de Madrid, y que solo tienen un infectado cada uno. La asociación de familiares asegura que todavía no se ha realizado el test de la Covid-19 a todos los ancianos (muchos de ellos asintomáticos) por lo que, conforme se vayan haciendo, la cifra de positivos se "disparará".

En las residencias de mayores de Vigo y su área ya hay, además, 32 trabajadores infectados, cinco más que el día anterior.