El Puerto de Vigo adopta nuevas medidas para mitigar el impacto económico que está causando la crisis del coronavirus. Según difundió ayer la Autoridad Portuaria, se concederá un aplazamiento de las deudas tributarias en aquellas declaraciones o liquidaciones de tasas que cumplan su plazo de ingreso desde que se puso en marcha el decreto que rige el estado de alarma, hasta que finalice vigencia.

Entre las condiciones, el Puerto exige que el plazo de suspensión del pago sea de seis meses, sin la devengación de intereses de demora durante el citado periodo, y se requerirá que el volumen de operaciones de los deudores no sea superior a 6,01 millones en 2019, ni que la cuantía de la deuda sea inferior a 30.000 euros. De igual modo la institución portuaria deja abierta la posibilidad de revisar los plazos de pago de la tasa de ocupación.Por otro lado, también abre la puerta a que el Consejo de Administración reduzca los tráficos mínimos exigibles a las concesiones afectadas por la emergencia del Covid-19. En todo caso "solo se hará" con los flujos de 2020, y será una decisión "excepcional", "proporcional" y analizada "caso por caso".

El Puerto adopta estas medidas teniendo en cuenta "las dificultades económicas" que pueden padecer los operadores, principalmente con la caída de tráfico.

Más mercancías

Otra de las consecuencias que traerá consigo el coronavirus es un freno a la buena progresión que estaban reflejando los tráficos de mercancías. Entre enero y febrero habían aumentado un 8,1%, según los datos dados a conocer ayer, respecto al mismo periodo del año anterior; mientras los graneles sólidos arrojaron un crecimiento del 12%. La llegada de buques a los muelles vigueses, por otro lado, se incrementaron en los dos primeros meses del año un 12,5% por ciento. La pesca fresca cayó un 43%, en gran medida por el cambio el cómputo de los datos. Mientras, el resultado del ejercicio al cierre de febrero era de 262.000 euros, por los 91.800 del pasado año 2019.