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El comercio, rehén de la losa fiscal de los autónomos: "Sería un gesto la exención"

Entre ERTE masivos y cajas "pírricas", exigen no pagar la cuota de marzo y librarse de cargas

Calle Príncipe de Vigo, el kilómetro cero comercial de la ciudad, con locales cerrados. // Alba Villar

"Nunca hemos sentido que el autónomo sea algo importante, nunca nos han considerado cuando lo que existe en España es solo el sol y los autónomos", lamenta Encarna Álvarez, presidenta de la asociación de comerciantes del Calvario. Su sentir refleja bien el de otros tantos pequeños comercios de Vigo, más aún en una época en la que sus persianas están mayoritariamente echadas y sus cajas, si no vacías, sí muy mermadas. La decisión del gobierno, denunciada por la Federación Nacional de Autónomos-ATA, de cobrar 13 días de la cuota de marzo a los autónomos -con la puerta abierta a devoluciones a posteriori-, o el mantenimiento de otras cargas como las declaraciones trimestrales del IVA pesa a uno de los sectores que peor lo está pasando, y que ya ha recurrido masivamente a los ERTE para intentar salvar sus negocios ante las medidas adoptadas para frenar el coronavirus.

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"Las cajas son pírricas, he hablado con algunas lavanderías, que puedan estar abiertas, y había días en que no le daba ni para la luz", denuncia Víctor Fernández, de la Federación de Comercio de Vigo, "la situación es crítica, las ayudas no van a llegar a tiempo. De momento vamos a aguantar, porque si estamos fastidiados, los fabricantes también. Esto es una bola". Enrique Núñez, de los comerciantes de Príncipe, se remite al coro de voces que piden postergar la cuota. "Todo el mundo está pidiendo que esa cuota no se abone, si después hay que cobrar 15 días, ya se pagará. El problema es la que gente no tiene con qué pagarlas", cuenta. También reclama que la declaración de este año sea semestral, o como miembro de la directiva de la Federación Provincial de Comercio, créditos de entre 3.000 y 5.000 euros para asumir pagos urgentes a proveedores o abonar facturas.

"Es cierto que los autónomos deberíamos estar exentos, sería un gesto. Sería una tranquilidad, aunque tengas el dinero", recalca Encarna Álvarez, de los comerciantes del Calvario, que recalca que el sector asume la situación sin "victimismo" y preocupado por lo que importa ahora: la salud. En los comerciantes de Torrecedeira, Camelias y Pi y Margall se percibe indignación y ganas de "salir a la calle" a protestar cuando amaine la crisis. "Ahora mismo es el momento de reivindicar, ¿a alguien le parece normal que los autónomos tengan que pagar el recibo este mes?", denuncia su `presidente, Carlos Fernández, quien a su vez lamenta que, en materia de ayudas, "nos han engañado como a chinos". "Hoy me llamaron del banco para ofrecerme un crédito ICO. Dije que no, lo que quiero son exenciones", protesta.

Los ERTE, por otro lado, son masivos, pero también son lo menos malo. "Lo peor son los despidos y los contratos que ahora se acaban", destaca Rosa Vella, de los comerciantes del entorno del Xeral. Otro cantar será cuando acabe el confinamiento. Ahí, vaticina Víctor Fernández, llegará lo peor si se cumplen los temores de aforos muy limitados y recortes en el gasto de las familias. "El último tramo del año será tremendo", advierte.

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