Están siendo tiempos recios, muy recios, para el sector hostelero. El coronavirus, como informó FARO este martes, ha frustrado el segundo mejor arranque turístico desde 2008, y las consecuencias derivadas de la pandemia de coronavirus y el estado de alarma -caída en picado de los desplazamientos y una tormenta económica en el horizonte- hacen temer lo peor a un sector que se está acogiendo masivamente al ERTE para ajustar plantilla, después del cierre de establecimientos turísticos adoptado por el Gobierno central, efectivo a partir de hoy. Como alternativa, algunos han decidido anotarse como "refugio" para dar servicio a toda la bolsa de personas afectada por la emergencia de la epidemia: desde personal sanitario, hasta trabajadores desplazados o familiares de infectados. Tres ejemplos de colectivos damnificados por el Covid-19.

En esta relación, de carácter voluntario y hecha pública ayer por la Xunta, figuran un total de 10 hoteles de Vigo, en torno a un 15% de los registrados por el INE en su última encuesta de coyuntura turística, y una parte de los 157 habilitados en toda Galicia. Se trata concretamente de los hoteles Bahía, Apartamentos Samil, 55; Alda Estación, Princesa, Hotel del Mar, Nagari, Pazo dos Escudos, Ciudad de Vigo, Occidental Barceló y el Eurostars Mar de Vigo.

La tabla viene a ampliar la publicada ayer por el Ministerio de Transportes a través del BOE, en la que figuraban cuatro establecimientos (los citados Bahía, Hotel del Mar y el Nagari, más una vivienda de uso turístico en García Barbón que desaparece de la lista de la Xunta). La orden autorizaba a alojar a militares, trabajadores de mantenimiento, asistencia sanitaria, obras de interés general, abastecimiento de productos agrarios, personal asociado al movimiento de buques, a los suministros, los procesos de datos, y naturalmente, a sanitarios. También se permitía el alojamiento de personas destinadas para atender a familiares, dependientes o discapacitados. Antes de conocer los cambios de la Xunta, David Otero, responsable del Nagari, reconocía que, en tiempos donde el hotel está "bajo mínimos", la reapertura no es automática. "Hay que configurarlo", matiza. César Ballesteros, presidente de la patronal hostelera pontevedresa (Feprohos) y al frente del Nagari, también expresaba sus dudas: "El hotel no está preparada para que la gente esté rotando". Aunque sí para atender a un grupo reducido y estable.

La lista de la Xunta, precisan fuentes de Turismo, es de amplio espectro: incluye también a los hoteles preparados para acoger estancias de larga duración. Para ello previamente han tenido que notificar que están en condiciones de prestar unos servicios de primera necesidad, de cuya inspección se encargará la administración autonómica. En ningún caso se permitirá el alojamiento de personas que hayan abandonado su residencia tras la alarma.