La comarca del Val Miñor registraba hasta ayer un total de 18 denuncias a vecinos por saltarse la orden de confinamiento que recoge el decreto de estado de alarma, que ha cumplido ya una semana. Tras cuatro días de margen para trasladar información y advertencias a aquellos que se encontraban por la calle sin justificación, los agentes de las policías municipales de Baiona, Nigrán y Gondomar han realizado las primeras diligencias ante la Subdelegación del Gobierno por infracciones que pueden acarrear multas de entre 100 y 30.000 euros, en función de la gravedad e incluso penas de hasta un año de prisión.

Los policías de Baiona han interpuesto 15 denuncias, según informó ayer su inspector jefe, Pedro Alonso. Entre los motivos, lejanos paseos de perro -como el de un vecino del municipio vecino de Gondomar que se desplazó diez kilómetros para llevar a su mascota a Chan da Lagoa-, una reunión de tres amigos en el parque de A Palma para tomar café, o incluso viajeros que se bajaban del autobús de línea regular en A Ramallosa para llegar a Baiona a pie o gente que caminó hasta Nigrán para "comprar el pan".

Menos denuncias han cursado desde las jefaturas de Nigrán y Gondomar, aunque no menos curiosas. Los agentes gondomareños realizaron las primeras la tarde del domingo. Una a las 17.30 a un vecino de unos 30 años que jugaba al baloncesto en las canchas públicas de As Cercas. Y otra dos horas más tarde, a dos vigueses que se desplazaron hasta el municipio para merendar de picnic en el parque de As Rosas.

Los policías de Nigrán se estrenaron con las denuncias el lunes. Lo hicieron con un vecino de 40 años que se encontraba también jugando al baloncesto en una pista pública del Camiño Souto a 2,5 kilómetros de su domicilio.