El paquete de medidas económicas anunciadas esta semana por Pedro Sánchez para hacer frente al colapso financiero provocado por el coronavirus incluye el aplazamiento en el pago de las hipotecas a colectivos especialmente perjudicados. Pero el presidente del Gobierno no anunció una protección especial para las personas que tienen que pagar el alquiler de un bajo comercial y que se han visto obligados a cerrar sus negocios a causa del estado de alarma decretado por la emergencia sanitaria. Autónomos muchos de ellos, se han quedado sin su única fuente de ingresos y ven cómo les será imposible hacer frente a sus pagos habituales, entre los que se encuentra un alquiler mensual. Sánchez, simplemente, apeló a la solidaridad de los caseros poniendo como ejemplo al que perdonó la renta de una peluquería de Marín.
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Y los caseros de Vigo están ya empezando a recoger el guante. Es el caso de Carmen García, propietaria de varias viviendas en la ciudad y también de algún local comercial. En uno de ellos, en la calle Barcelona, está instalado el bar La Teta Enroscada que, como todos, ha tenido que suspender su actividad. Pues Carmen García avanza que "mientras el establecimiento tenga que estar cerrado, lo lógico es qu e se le perdone el alquiler". "No podemos poner en la calle a gente que lo esté pasando mal", defiende. Todavía no se lo ha comunicado al responsable del bar, José Gundín, que ya le había trasladado la necesidad de retrasar los pagos hasta recuperar la normalidad. Gundín reconoce que la anulación del pago del alquiler "seria un gran gesto" ante una situación "desesperada".
Son ya varios los caseros de Vigo que se han abierto a la posibilidad de perdonar la renta mensual a inquilinos menguados económicamente por la crisis del coronavirus. Respecto a los arrendatarios de viviendas, muchos propietarios están estudiando la situación personal de cada uno para poder ofrecerles ciertas ventajas. Una de ellas sería anular el alquiler mientras dure la crisis sanitaria pero que el inquilino haga frente al pago de la cuota de comunidad.
Los propietarios, no obstante, reconocen que toda esta situación también les repercutirá a ellos pues, si los inquilinos no pueden pagar la cuota mensual, ellos pueden sufrir complicaciones a la hora de afrontar gastos corrientes de esos locales como seguros o el pago trimestral del IVA. "Mientras el local esté cerrado todos vamos a pasarlo mal, tanto los arrendatarios como los arrendadores", asegura Carlos García, el dueño de varios bajos comerciales en la ciudad.
Problemática
ProblemáticaDesde el punto de vista jurídico, el hecho de perdonar o no el alquiler a un inquilino tiene una lectura clara. "Si hay acuerdo entre ambas partes, no hay ningún tipo de problema para modificar o resolver el contrato y cancelar el pago de la renta. En caso de que el inquilino lo solicite y el dueño se niegue, hay que acudir a a la vía judicial. Y en este caso ya hay pronunciamientos del Tribunal Supremo indicando que si acaecen circunstancias excepcionales se permitiría esa cancelación temporal de la renta", explica Inmaculada López, abogada viguesa especialista en derecho inmobiliario. Esta letrada apunta que en las situaciones que lleguen a los tribunales, habrá que analizar cada caso concreto y el arrendatario afectado por el cierre de su local o por un despido motivado por la situación actual de excepcionalidad "deberá aportar pruebas de su precaria situación económica".