El desabastecimiento de mascarillas debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus está empezando a afectar ya a los centros de salud y hospitales de la ciudad. Los trabajadores han comenzado a notar en los últimos días una incipiente carencia de este material básico de protección para prevenir contagios. Fuentes sanitarias confirman que ante la falta de estas mascarillas FFP2, es decir, aquellas que ofrecen protección respiratoria y que son las más eficaces para evitar contagios por Covid-19, en el hospital Álvaro Cunqueiro "se han cerrado con llave".

En otras palabras, el Sergas ha decidido racionalizar su uso para evitar abusos y que sean los responsables de cada departamento los que autoricen su utilización y se las dispensen al personal a su cargo. Uno de los motivos es que, según varias fuentes, algunos trabajadores hacían un uso indebido de las mascarillas e incluso cogían varias y las llevaban para casa para repartirlas entre sus familiares.

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En el Cunqueiro, además, están alertando de falta de Equipos de Protección Individual. Los conocidos como EPIs y que están compuestos de guantes, monos protectores y gafas, entre otros elementos. "La pasada noche vine a trabajar y es la primera vez que sentí mucho miedo. El material se está terminando y no lo reponen. Los casos van a ir a más, y como no nos llegue nuevo material nos vamos a infectar todos. Estamos desnudos ante el coronavirus", denuncia Mercedes Fernández, celadora en los quirófanos del hospital público de Beade.

En Povisa también han detectado "un problema de abastecimiento" respecto a las mascarillas. Una situación que se trató ayer en una reunión de salud laboral con el equipo de medicina preventiva y de recursos humanos del hospital. Se informó a los representantes sindicales que en los próximos días el grupo Ribera Salud, el actual propietario de Povisa, hará llegar un lote de doscientas nuevas mascarillas. "El personal está muy nervioso", reconocía ayer Alejandro Iglesias, delegado de Comisiones Obreras. En dicha reunión la empresa también informó de la posibilidad de seguir el ejemplo del Meixoeiro y empezar a hacer test para detectar el coronavirus en los propios coches de los pacientes.

Los centros de salud también alertan de la falta de elementos de protección para prevenir contagios. Es más, en algunos como la Doblada, la mayoría de trabajadores, incluidas las enfermeras de la entrada que criban a los pacientes que van llegando y que por tanto están en contacto directo con ellos, están utilizando mascarillas de papel que apenas sirven para protegerse y no las FFP2.

En las ambulancias, la situación no está mejor. Al contrario. La Federación de Transportes de la CIG denuncia que la mitad de los vehículos sanitarios de Vigo no cuentan con Equipos de Protección Individual adecuados para atender a los pacientes con síntomas de coronavirus. Por eso están valorando la posibilidad de paralizar la actividad del 061 hasta que reciban el material necesario para llevar a cabo su trabajo sin riesgo alguno.