"Caballero, esto tendría que estar cerrado". Así ha tenido que irrumpir la Policía Local de Vigo en una popular taberna de la calle Gondarisco, que permanecía abierta saltándose la prohibición que supone el estado de alarma. Este domingo, apenas un día después del decreto, varios agentes comprobaron cómo las duras medidas que se han tomado en la lucha contra el coronavirus no han calado de igual forma en toda la población.

Fue a la hora del vermú, a eso de la una de la tarde, cuando los policías entraron en el establecimiento para ordenar su cierre y desalojo. Ajenas a la situación que vive el país, pese a que había quien ojeaba el periódico, hasta 17 personas se encontraban bebiendo y comiendo en el bar como un domingo cualquiera. Con la cabeza gacha y en silencio, escucharon la reprimenda de los agentes, que han interpuesto la correspondiente denuncia al dueño de la taberna por permanecer esta abierta.

Situaciones similares se han repetido estos días. El lunes, un hombre de 64 años de edad fue interceptado por otra patrulla al encontrarlo paseando en bicileta "sin causa justificada". Según ha informado la Policía Local, el hombre se encontraba a 800 metros de su vivienda y se defendió alegando que "estaba dando una vuelta". Al ver que los agentes procedían a denunciarlo, cambió su versión asegurando que "iba a comprar el pan", una modificación que no evitó la denuncia.