Decenas de viajeros que debían haber llegado ayer por la noche en el vuelo de Vueling entre Barcelona y Vigo se quedaron en tierra por la crisis del coronavirus. También los que debían despegar luego hacia El Prat. O eso fue al menos lo que la tripulación le trasladó a los pasajeros. Tras retrasarse el vuelo más de tres horas (debía salir a las 19.15 h.) y una vez que el pasaje ya estaba dentro del avión, la tripulación les comunicó que no podían salir porque debido a la crisis del coronavirus el aeropuerto de Vigo había adelantado su hora de cierre. Fuentes de AENA garantizan que el horario de cierre no ha variado. De hecho, un avión de Iberia procedente de Madrid tomó tierra al filo de la una de la madrugada.

Según relata a este periódico una de las pasajeras a las que la crisis del coronavirus le pilló en la Ciudad Condal, donde estaba por cuestiones médicas de un familiar, los problemas comenzaron ya en El Prat con la confirmación de la puerta de embarque. "El vuelo salía a las 19.15 horas y pasé los controles sin problema. Pero no había puerta. Luego se asignó una, pero informando de que el vuelo pasaba a despegar a las 21.30 horas", explica.

Tras ese retraso, los viajeros se subieron al avión a las 21.00 horas, pero una vez que estaban ya todos en su interior, y según relatan varios viajeros afectados, la tripulación les comunicó que debían suspender el vuelo alegando que por la crisis del Covid-19 el aeropuerto de Vigo había cambiado sus horarios y no llegaban a tiempo para aterrizar.

Tras bajarse del avión, y tras pasar por varias oficinas, les facilitaron el reembolso del billete en forma de bono de la aerolínea. Para los que querían volar a Vigo en otro día, los viajeros aseguran que no les daban plaza hasta el miércoles. Varios pasajeros consiguieron salir hoy hacia Galicia pero a través de un vuelo de Ryanair con destino Santiago.