De los 36 positivos confirmados ayer en el área sanitaria viguesa, solo hay diez personas ingresadas por la enfermedad Covid-19 en los hospitales vigueses. El resto están en sus casas. Sin embargo, la situación podría empeorar mucho las próximas semanas. El sistema público tiene instaladas en la ciudad 1.325 camas. El Ministerio de Sanidad puso ayer bajo el mando de la Consellería de Sanidade las instalaciones de los centros privados. Estos aportan casi otro millar de puestos, hasta los 2.259, según las cifras del Instituto Galego de Estadística.

No es que se puedan usar todas, ya que hay otro tipo de pacientes con patologías urgentes o preferentes que seguirán precisando atención a lo largo de esta crisis. Pero se tratará de liberar el resto. De ahí que se hayan suspendido todas las intervenciones demorables.

La Asociación de Hospitales de Galicia (Ahosgal), a principios de semana, antes de que se viera venir este estado de alarma, ya se puso en contacto con la Consellería de Sanidade para ofrecer "la máxima colaboración" y una "disposición total" en todo lo que se necesite. Ahora, además, una orden ministerial pone sus instalaciones al servicio del departamento que dirige Jesús Vázquez Almuiña.

Los consorcios, como los que el Servicio Galego de Saúde mantiene con el Hospital Povisa o con Vithas Fátima ya le permitía disponer de sus recursos. Según el IGE, en la ciudad hay otros tres hospitales. Serían HM El Castro, el Sanatorio Concheiro y el de Fremap.

La Dirección del área sanitaria viguesa ya ha mantenido reuniones con alguno de estos hospitales para una primera planificación y coordinación de esta crisis sanitaria.

En cuanto a los recursos físicos, en esta alerta, lo que más preocupa es la disponibilidad de puestos de cuidados intensivos. Aunque ahora solo hay dos pacientes con estas características en Vigo -uno en el Cunqueiro y otro en Vithas Fátima-, se teme que se produzca un colapso cuando llegue el pico. En Madrid no lo ven muy lejos y en Milán ya estudian transformar un pabellón deportivo en una megauci con 500 puestos. Es el escenario que el confinamiento trata de evitar.

Por si acaso, en Vigo se hacen números. En el Hospital Álvaro Cunqueiro hay 30 puestos de UCI. Lo bueno es que están divididos en dos salas, con lo que es más fácil aislar a los pacientes con la Covid-19 del resto. Si se llegara a una ocupación que dificultara el manejo de los enfermos, se ingresaría también a críticos en puestos de reanimación. De ahí que, para tenerlos libres, sea necesario suspender el mayor número de cirugías posibles.

En reanimación hay 45 camas, pero solo 32 valdrían para pacientes críticos con coronavirus. No se trata de una cuestión de espacio, sino de la dotación de los puestos. Estos enfermos precisan respiradores y tomas de oxígeno. Si se consiguieran más unidades de estas máquinas -algo que ahora está complicado en España- se podrían habilitar más espacios adecuados. Por ejemplo, espacios de despertar en la unidad de cirugía ambulatoria del Meixoeiro, que también se quedará vacía esta semana.

Los hospitales Povisa y Vithas Fátima también cuentan con UCIs.