No ha podido llegar en peor momento el shock económico causado por el coronavirus. En marzo, un mes de tirón para el turismo empresarial en Vigo y cuando muchas familias comienzan a planificar sus vacaciones de verano, el combate contra el Covid-19 obliga al sector de la hostelería a adoptar medidas de urgencia que, confían, serán transitorias. La clave, coinciden, es la autorización por parte del Gobierno central para aplicar Expedientes de Regulación de Empleos Temporales (ERTE) exprés, es decir, suspendiendo los empleos durante un tiempo determinado pero reduciendo la carga burocrática. "No podemos mantener una empresa al menos mes y medio sin facturar", valora el presidente de la Asociación de Hosteleros de Vigo (Ahosvi), Jaime Pereira. "Nos haría ver la situación con más tranquilidad", secunda César Ballesteros, de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos).

Un día después del cierre de bares y cafeterías decretado por la Xunta, Ballesteros asegura que el sector estaba ya "roto". "No había facturación". De ahí que avalaran la clausura de los establecimientos para tratar de restablecer cuanto antes la normalidad y "simplificar" la gestión del personal, dado que ahora lamentan encontrarse en un "limbo".

El responsable de la patronal provincial asegura que los ajustes en las plantillas dependerán en gran medida "de la tesorería" de cada establecimiento: la caja de resistencia o el colchón para sobrevivir, al menos durante un plazo corto de tiempo, al brutal frenazo de la actividad. En los hoteles, en estos momentos solo se mantienen visitantes o familias que recalan en Vigo para visitar a allegados o por obligación.

Eso se nota también en las reservas. Tanto Ballesteros como Pereira dan por perdida la Semana Santa -definitivamente cancelada- y pronostican una temporada severa, habida cuenta de las cancelaciones de Navalia, la Vig-Bay o el previsible descenso de los peregrinos. Pereira señala cancelaciones de reservas incluso a meses vista, en mayo, y "alguna" en junio. "Estamos bastante preocupados, la gente está esperando un poco, a ver cómo evoluciona esto", apunta el presidente de Ahosvi, confiado en que el ahorro en el consumo tenga después un rebote en meses de temporada alta, como agosto. Lo mismo opina Ballesteros, aunque con la cautela que marca la situación: "Tenemos que estar de los primeros en el pistoletazo de salida de la recuperación". En todo caso, todos los vaticinios apuntan al verano.

En limpieza, el sector se implica. Las cocinas solo dan servicio a los empleados de los hoteles y se realiza, indica Jaime Pereira, una desinfección periódica en puntos con contacto permanente de clientes, como los ascensores o los sanitarios de los servicios.