La hostelería de Vigo ya se resiente del temor infundido por el coronavirus: la ocupación media del mes de marzo será un 50% menor con respecto a los datos habituales para esta época del año debido a las cancelaciones y al miedo a reservar. No corren la misma suerte, por ahora, la Reconquista y la Semana Santa, fechas en las que el sector deposita las esperanzas para remontar el vuelo a la espera de conocer si las autoridades sanitarias recomiendan suspender ambas citas, marcadas en rojo al ser escenarios de grandes aglomeraciones.

El presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería (Feprohos), César Ballesteros, concreta que las medidas recomendadas por la presencia del patógeno, como las restricciones en los movimientos y las suspensiones de eventos -reuniones de empresas o congresos: el XVI Congreso de la Unión Progresista de Letrados de la Administración de Justicia, previsto en Vigo para finales de mayo, se decidió posponer para después del verano-, han provocado un efecto dominó en los negocios de alojamientos. Apunta, en todo caso, que la preocupación no es elevada porque es "temporada baja": el efecto que tendrá sobre las cuentas no es comparable al que podría registrarse si el problema aparece en agosto.

"Esperemos que, a corto o medio plazo, podamos hablar de recuperación de afectados y reducción del número de contagiados para que se tranquilice la ciudadanía. La economía se para mucho cuando existe miedo", lamenta Ballesteros. Y es que tan solo quedan dos semanas para la celebración de una de las fiestas más multitudinarias de Vigo: la Reconquista, que, por primera vez, y si el COVID-19 da permiso, se extenderá durante tres jornadas y presumirá de la distinción de interés turístico nacional. "Las reservas para esas fechas han aumentado un pelín con respecto a 2019, pero desconocemos el grado de influencia que tendrá el coronavirus, que todavía no ha provocado cancelaciones en los hoteles para esos días. Estamos expectantes", avanza.

Y, una semana después de la Reconquisa, se prevé que comience la Semana Santa -del 5 al 12 de abril-. El representante de Feprohos destaca que "ya hay reservas" para estas fechas. El perfil del huésped: de Galicia, de territorios próximos o procedente de lugares a tres o cuatro horas de distancia, que llega a la urbe en vehículo propio. Matiza, sin embargo, que la mayoría de las peticiones de alojamiento se suelen realizar "tres o cuatro días antes" de la fecha y que, de momento, no hay cancelaciones. "Los clientes esperan para conocer qué tiempo hará y, sobre todo, por las circunstancias actuales: la situación del coronavirus. No sabemos qué pasará, queda un mes", comenta.

Idéntica radiografía dibuja el presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi), Jaime Pereira, que advierte de una ocupación en marzo resentida por "bastantes cancelaciones" y "miedo a tomar decisiones". "Vemos el futuro con temor; esperemos que este problema sanitario se controle a la mayor brevedad, pero el pánico es libre y la gente se piensa lo de viajar", asevera antes de confirmar que las anulaciones de reservas no afectan al fin de semana de la Reconquista, que experimenta hasta la fecha un aumento de más de un 30% en la cifra de clientes. Tampoco a las fechas clave de la Semana Santa, con un porcentaje de reservas similar al de otros años -entre el 25 y el 30%-. "No sabemos si se celebrarán estos eventos, estamos en stand-by, a la espera de lo que suceda, pero es probable que, si la gente pierde el miedo y no hay contraindicaciones, estos números mejoren", desvela.