El proyecto, en la línea de otros estudios, constata el "carácter masculinizado" de los estudios de ingeniería analizados en Vigo, Pontevedra y A Coruña. Sin embargo, la nota media de ingreso y las tasas de rendimiento y evaluación de las mujeres siempre es superior a la de los hombres desde 2010 hasta 2019, así como su tasa de éxito en casi todos los cursos de ese periodo.

En las titulaciones previas al Espacio Europeo de Educación Superior, de las que se tienen datos desde 1967, no se incorporan mujeres hasta 1980 y su número va en aumento hasta 1989. Pero desde ese año su presencia se estanca en torno al 25% y nunca supera el 30%. Y esta tendencia se mantiene tras la implantación de los grados y másteres.

Los autores consideran un "dato alarmante" que en ninguno de los grados se aprecie un aumento de mujeres a pesar de su entrada masiva en las universidades. Y consideran "desesperanzador" este estancamiento, contra el que proponen incentivar el fomento de vocaciones desde Primaria.

Las ingenierías más masculinizadas son Eléctrica y Mecánica, con una presencia de mujeres inferior al 20%. Y la mayor proporción de alumnas se alcanza en Ingeniería Química, donde llegó a superar el 50% en algún curso, así como en los dos grados de la Escuela de Minas y Energía, Organización o Forestales, que alcanzan el 30%.