Es el tema de conversación por excelencia de las últimas semanas. Las farmacias se han quedado sin mascarillas y toser en la calle se ha convertido en un acto de mala fe. La alarma social generada por el coronavirus -que acaba de irrumpir en Vigo- es tal que ya se han registrado cancelaciones de reservas en hoteles y de excursiones escolares programadas para zonas de riesgo.

Varios centros educativos de la urbe han tenido que suprimir salidas a zonas afectadas por este virus. Institutos como el Rosais 2, el Carlos Casares o el República Oriental do Uruguai y colegios como el San Miguel 2, en consenso con los padres y las madres de los jóvenes, han optado por cancelar viajes a Roma, Florencia o Venecia programados para final de curso. Misma situación en centros de Formación Profesional como el Manuel Antonio o el de A Guía, cuyos alumnos no podrán acudir a Italia a efectuar las prácticas de los ciclos. El panorama de inseguridad ha obligado a la Confederación Anpas Galegas a reclamar a la Consellería que elabore unas instrucciones claras y homogéneas para facilitar la gestión de estas actividades.

El presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi), Jaime Pereira, concreta que ya hay anulaciones en algunos establecimientos de la metrópolis olívica. "Una empresa canceló la reunión que tenía este sábado en Vigo, a la que iban a asistir unos 50 trabajadores; les prohíben a los empleados participar en encuentros de más de 10 personas", destaca. Concreta cuatro casos más de clientes que han decidido retirar sus reservas: 10 habitaciones para visitantes llegados de Canarias, unas 30 personas apuntadas a un curso de formación que se ha suspendido, un grupo de italianos para abril, y, aún pendiente, otro procedente de Estados Unidos para junio.

Mientras, el presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería (Feprohos), César Ballesteros, opina que las cancelaciones "entran dentro de lo razonable". "Al ser temporada baja, no nos preocupan demasiado. Aún quedan varias semanas para que se celebren los congresos importantes. Primero está la salud y luego, el negocio", anota antes de confesar que, a pesar de la "incertidumbre" existente, es necesario "tranquilizar" y no "alimentar" el miedo desatado por el Covid-19.

La preocupación tampoco ha llegado todavía a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Silencio, encargada de planificar los actos principales de la Semana Santa en la ciudad, capaces de reunir en las calles del corazón de Vigo a miles de fieles y curiosos. Su vicepresidente, Juan Carlos Carballido, asegura que, "por ahora", no se han planteado "absolutamente nada" sobre este tema, que siguen "con mucha atención" por los medios de comunicación. "Mientras las instituciones no ordenen cambios, continuaremos con la preparación tal y como se prevé", concreta. Primero está la obligación, luego, la devoción", señala a falta de un mes para el inicio de los actos litúrgicos -del 5 al 12 de abril-.

Idéntico panorama vive la Asociación Veciñal e Cultural Casco Vello de Vigo, organizadora de la Reconquista. La cita, que echará a andar dentro de 20 días, espera la mejor cifra de asistentes de la historia tras ampliar una jornada más las actividades -del 27 al 29 de marzo-. "Hasta ahora, no hay nada previsto y no hay modificaciones. No creo que sean necesarias", confiesa José Manuel Veiga, directivo de la entidad.