El centro de salud de Pintor Colmeiro, uno de los que tienen una mayor actividad asistencial, vivió el pasado lunes una situación de colapso derivada de la ausencia de hasta cuatro médicos por la mañana. Tres de los que quedaron se vieron completamente desbordados, hasta el punto que cada uno de ellos tuvo que atender a más de sesenta pacientes en una jornada que se alargó hasta las cuatro de la tarde. La sala de espera, además, estuvo desbordada durante toda la mañana, con una demora de hasta una hora y media para entrar en la consulta. "A ver si todos nos damos cuenta de la situación en la que estamos. No podemos equivocarnos porque un error puede ser fatal", explica uno de los médicos de familia que trabajó esa ajetreada mañana.

Los centros de salud de la ciudad están viviendo en los últimos días un repunte de pacientes, que acuden con patologías respiratorias alarmados por el coronavirus.