El Gobierno central ha dado los primeros pasos para introducir cambios en el sistema de peajes y en la gestión de la AP-9. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, aseguró ayer en el Senado que ya se han abierto conversaciones con Audasa, la concesionaria de la autopista, para abaratar las tarifas a los usuarios habituales. Y por otra parte, se mostró partidario de que la gestión de esta infraestructura pase a manos de la comunidad autónoma, cuyo traspaso está pendiente de que el Congreso acepte debatir, y finalmente aprobar, una proposición de ley acordada por unanimidad en el Parlamento gallego y elevada posteriormente a las Cortes.
Ábalos compareció ayer en una sesión de control del Senado donde el PP, a través de Pilar Rojo, le inquirió, entre otras cosas, sobre la Autopista del Atlántico. En su intervención, el ministro admitió que en comparación con otros territorios, Galicia es una comunidad "perjudicada por los peajes", circunstancia que atribuyó a la decisión del Gobierno del PP de prorrogar la concesión hasta el año 2048.
En todo caso se comprometió a "mitigar" las tarifas de la AP-9, "especialmente para los viajeros recurrentes", como aquellos conductores que necesitan desplazarse a diario por la autopista por razones de trabajo. Y anunció que ya están elaborando los informes y conversando con Audasa para ver cómo se aplicará finalmente la bonificación de los peajes dado que habrá que cambiar el convenio de gestión de la autopista. No obstante, no dio plazos y condicionó la puesta en marcha de estas medidas a la aprobación de los presupuestos generales del Estado.
"Estamos analizando la mejor manera de hacerlo, calculando el coste y viendo cómo podemos asumirlo. Y estamos hablando con la concesionaria porque la medida requerirá modificar el convenio", contestó José Luis Ábalos en la senadora Pilar Rojo, a la que pidió que convenciera a su partido para aprobar los presupuestos del Estado.
"Es importante que podamos contar con un presupuesto aprobado para aplicar las medidas. Si le interesa Galicia y las bonificaciones de la AP-9, les invito a que aprueben los presupuestos. Nuestra política real será contener el impacto de los peajes, frente a las prórrogas e incrementos del pasado", añadió.
Tanto la rebaja del peaje para los usuarios recurrentes como el traspaso de la AP-9 a Galicia son dos puntos del acuerdo que el BNG firmó con el PSOE para apoyar la investidura de Pedro Sánchez.
Ábalos mostró ayer también su disposición a la transferencia de la AP-9. "Es gallega y yo soy partidario de que la gestione Galicia", dijo, tras reprochar al PP que ahora la reclame cuando en el pasado se opuso al traspaso por considerarla una infraestructura estratégica y que además conectaba con la frontera de Portugal, por lo que debía seguir en manos del Estado.
La proposición de ley aprobada por el Parlamento gallego para esta transferencia está en el Congreso y el sábado pasado acabó el plazo para que el Gobierno central emitiera un veto y frenara su debate. Pero no lo hizo, por lo da vía libre a su tramitación, en línea con lo ayer expresado por Fomento. Otra cosa será lo que debata y apruebe en el Congreso.
Otro de los puntos que figura en el acuerdo de investidura suscrito por BNG y PSOE y que afecta a la Autopista del Atlántico es la supresión del peaje de Redondela, que grava el uso de un vial que, en la práctica, actúa como circunvalación urbana. El Gobierno ya se comprometió en 2018, con Rajoy al frente, a eliminarlo, pero sin éxito. La tasa aún sigue cobrándose.
