Sin duda hay muchas maneras de quebrantar una orden de alejamiento. Pero la que salió a la luz en un juicio ayer en Vigo es del todo excepcional. El acusado había sido condenado por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer a no aproximarse ni comunicarse con su pareja durante 16 meses pero, pese a ello, supuestamente "se comunicó y convivió" con ella en ese período. Y, durante un tiempo comprendido en la prohibición en el que él estuvo en prisión, también consiguió burlar el alejamiento. ¿Cómo? Pues, según relata la Fiscalía, dado que la mujer es abogada y "está colegiada al efecto", solicitó entrevistarse con ella en su condición de letrada, encontrándose así ambos en el locutorio de la cárcel en tres ocasiones en un período de solo cinco días.
El juicio se celebró en el Juzgado de lo Penal 2 de Vigo. La pena de alejamiento, impuesta desde octubre de 2018, no se extinguía hasta este pasado mes de febrero. Pese a ello, sostiene el fiscal en su escrito, hubo "comunicación" y "convivencia" con la mujer en ese período. Así, durante un tiempo que estuvo interno en A Lama, estuvo con ella en el locutorio tres veces, a finales de octubre de 2018 y el 1 de noviembre de ese año. Ya en libertad, el Ministerio Público concreta que en mayo de 2019 la mujer "fue sorprendida por la Policía Local" en el domicilio del acusado, ya que, se añade, estaba residiendo con él. La acusación refiere dos episodios más, en mayo y julio también de 2019, cuando de nuevo agentes policiales comprobaron que el hombre iba con su pareja en el vehículo de ella.
La Fiscalía estima que los hechos constituyen un delito continuado de quebrantamiento de condena y, en su escrito de calificación provisional, pedía que se impusiera al encausado una pena de un año de prisión. La sentencia firme en la que se le impuso la orden de alejamiento derivó de un procedimiento por coacciones en el ámbito familiar.
