Porta do Sol quedará definitivamente cerrada al tráfico a partir del próximo miércoles. La restricción a los vehículos privados que entró en vigor el pasado 4 de febrero se amplía desde ahora al transporte público y a las empresas de carga y descarga para poder acometer la construcción del túnel que transformará la zona en una gran plaza peatonal.

El alcalde anunció ayer el corte definitivo y reconoció que causará un "inconveniente serio". También adelantó que el lunes presentará un plan de tráfico alternativo para gestionar la circulación por el centro de la ciudad y que los ciudadanos conozcan las nuevas rutas de los autobuses.

Las obras en Porta do Sol tienen un coste de 17 millones de euros y una duración prevista de dos años hasta que esté rematado el túnel que conectará Policarpo Sanz con Elduayen.

El cierre definitivo de este punto neurálgico de la ciudad se suma a los problemas de tráfico y las restricciones en la circulación que ya generan las obras de reforma en Gran Vía, cuyo bulevar central acogerá rampas metálicas.

Por otra parte, la calle Puerto Rico es de doble sentido desde ayer. Tal y como adelantó FARO, la Concejalía de Tráfico ha decidido modificar el vial para tratar de descongestionar la calle Pizarro, que registra retenciones a diario debido a la reducción de carriles por la implantación del destinado a bicicletas.

De esta forma, la Plaza de España suma un nuevo vial de evacuación para el tráfico de vehículos a los de Gran Vía, Pizarro, Fernando Conde y San Amaro.

Tras el cambio, los conductores pueden entrar por Puerto Rico desde la rotonda de Plaza de España en dirección al Couto de San Honorato y Filipinas. El vial se convierte así en otra alternativa a Pizarro para llegar a Travesía de Vigo, Jenaro de la Fuente o Gregorio Espino.

Los trabajos de modificación del sentido de la calle causaron ayer retenciones a primera hora y la cola de vehículos alcanzó la plaza de Santa Rita.