Su estudio para vigilar mediante biopsia líquida a un mayor número de pacientes de cáncer de pulmón le llevó a ganar el premio del año de la Real Academia Nacional de Medicina en 2018. "Parecía una utopía, pero hemos hecho centenares de muestras", destaca el jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda. Esta técnica forma parte de la oncología de precisión, sobre la que versa el simposio nacional que arranca hoy en Vigo y en el que participa.

-¿Qué le llama la atención de este simposio?

-Es novedoso en el sentido de que, cuando hablamos de esto, nos reunimos solo médicos. La organización ha tenido la inteligencia de juntar también a gestores y gente con capacidad de decisión.

-¿En qué punto se encuentra la oncología de precisión?

-Ha pasado de ser una ensoñación a algo bastante real, donde muchos pacientes ya se benefician de tratamientos dirigidos. Es dar a cada paciente de forma específica su tratamiento específico. Antes teníamos muy pocos fármacos. Ahora hay muchos dirigidos a dianas concretas. Es una realidad. Sobre todo en cáncer de pulmón, pero se empieza a ver en otras patologías.

-¿Cuál es el principal obstáculo para que no llegue a todo el mundo?

-A los oncólogos nos llegan rápidamente los avances, pero a los gestores lo hacen de forma más tardía y entre las peticiones de todos los médicos del hospital. Nuestra visión es más amplia porque detectamos que no es una moda ni algo pasajero. Cada vez hay más pacientes que identificamos de forma más precisa. O se aborda desde un punto de vista más global o caemos en el peligro de no llegar.

-¿Hablamos de presupuesto?

-En parte sí. Pero a los pacientes tenemos que tratarles y es más barato hacerlo bien que mal. Es mejor hacerlo de una forma dirigida. Es cuestión de que los gestores perciban que el mecanismo de identificación de los marcadores moleculares tiene que estar dentro de los hospitales. Luego podemos ver cómo organizarlo, si solo en determinados hospitales...

-¿Se refiere a la secuenciación genómica?

-Muchos vienen por ahí.

-¿En Puerta de Hierro tienen esta tecnología?

-Lo tenemos en investigación. Es como está básicamente en todo el país. El reto es llevarlo al área asistencial. Es imparable. Pero las autoridades van por detrás. No digo que sea fácil ir por delante. Creo que la dispersión en las autonomías enlentece la visión global.

-Moderará una mesa sobre colaboración público-privada. ¿ Qué puede aportar esta vía a la medicina de precisión?

-Trabajo en la sanidad pública y no creo que lo haga nunca en la privada. La sanidad pública es un derecho imposible de renunciar. Pero se puede intentar atraer capital privado para lo que no pueda la seguridad social. Siempre y cuando la asistencia recaiga sobre el ámbito público y sea universal, gratuita y no baje el nivel. Pueden buscarse muchas fórmulas para que la gente participe de una forma activa en el propio desarrollo sostenible del sistema.