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Una docena de vigueses se ha sometido ya a las pruebas para detectar el coronavirus

Todas las muestras fueron negativas | Los análisis se han realizado en personas de todas las edades, incluidos niños

El área sanitaria de Vigo cuenta desde hace dos semanas con el kit necesario para la detección inicial del coronavirus, la enfermedad que se está expandiendo como la pólvora en China y que ya ha dejado un muerto en Europa. Desde entonces, el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), ha analizado doce posibles casos de pacientes susceptibles de estar infectadas con este virus de Wuhan. Todas las pruebas han resultado negativas y en los laboratorios del Chuvi consideran que las probabilidades de hallar algún positivo son muy escasas. El jefe de servicio de Microbiología, Benito Regueira, asegura además que "no han llegado casos graves desde el punto de vista clínico".

El progresivo aumento de potenciales pacientes susceptibles de sufrir coronavirus se debe a que las autoridades sanitarias han ampliado los criterios de riesgo. Cuando estalló la epidemia, tenían que realizarse análisis únicamente las personas que habían estado en la ciudad de Wuhan y el resto de la provincia de Hubei en los últimos catorce días. Ahora, sin embargo, tienen que someterse a los exámenes correspondientes para descartar la infección todos aquellos que hayan pisado China en las últimas dos semanas.

Entre los doce casos analizados en Vigo de posibles contagios hay personas de todas las edades, incluso varios niños, que estuvieron con sus padres en algún momento reciente en suelo asiático. Es el Sergas quien determina directamente qué pacientes son sometidos al test. Los síntomas clínicos son fatiga, fiebre por encima de 38 grados o tos. Si además certifica su presencia en China, se le coloca de forma inmediata una mascarilla y es enviado a aislamiento. Además, todo profesional que esté en contacto con el enfermo tendrá que utilizar un equipo de protección individual compuesto por guantes con puños altos y ceñidos, una bata impermeable de manga larga, mascarilla y gafas. Al paciente se le recogen entonces muestras del tracto nasofaríngeo (a través de la nariz) y se envían al hospital Meixoeiro, donde está el kit con los reactivos necesarios para el diagnóstico y la máquina que los procesará. "Todo el proceso químico se hace en condiciones de aislamiento mediante tecnología molecular. La fase de extracción en la máquina dura unos cuarenta minutos y, a partir de ahí, se amplifica la muestra y obtenemos el valor", explica Benito Regueira. "Lo que se busca, en última instancia, ya no es solo curar al paciente, sino tomar todas les medidas necesarias para frenar el brote", explica el jefe de servicio de Microbiología del Chuvi.

Cuando se descarta el virus, el enfermo es dado de alta de forma inmediata. Si la muestra fuese positiva, se enviaría al centro nacional de microbiología, ubicado en Majadahonda, que tendría que confirmar la presencia del coronavirus.

La máquina del Meixoeiro, un modelo Cobas 4800 que procesa las muestras de los pacientes potenciales del coronavirus, era ya utilizada para realizar diagnósticos de otras patologías, como la hepatitis, pero que ahora se ha adaptado para detectar la presencia del coronavirus.

El hospital Álvaro Cunqueiro tiene habilitadas doce habitaciones especiales de aislamiento en las que ubicar a personas sospechosas de estar infectadas. Se trata de dependencias de presión negativa que impiden que el aire salga del cuarto y afecte a otras personas.

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