Desde las 11 de la mañana de este miércoles se esperaba la salida del "Harald Maersk" de los tres polizones procedentes de Guinea-Conakry que han obligado al buque a permanecer amarrado en el puerto de Vigo desde el pasado 8 de febrero.
Con más de una hora de retraso por, según fuentes policiales, motivos administrativos ajenos a España, agentes de la Policía Nacional han desembarcado a los tres hombres, que han salido del barco gritando y han entrado en los furgones a la fuerza.
Desde el puerto han sido llevados al aeropuerto de Vigo, donde quedaron bajo custodia de vigilantes de seguridad contratados por la naviera. En Peinador les esperaba un jet privado alquilado por Maersk que les está trasladando directamente a Guinea-Conakry.
El petrolero tuvo que atracar de urgencia el pasado 8 de febrero en la Estación Marítima, escoltado por un fuerte dispositivo de la patrullera de la Guarda Civil Río Guadalope, debido a la presencia de los tres polizones.
Aunque en un principio el capitán del Harald Maersk solicitó la entrada en puerto justificándose en la incapacidad de controlar a los intrusos, uno de los cuales intentó fugarse, este argumento era una argucia para librarse de ellos dejándolos en tierra viguesa para así continuar la ruta hacia Holanda.
En realidad, vigilantes británicos habían subido al "Harald Maersk" en aguas de Gibraltar para controlar a los africanos, que no eran "incontrolables" ni fueron descubiertos frente a Cíes y que ahora, tal y como dictan las leyes internacionales, han de ser trasladados de vuelta a su país por la propia naviera.
