Si durante los años de la crisis y los inmediatamente siguientes, un claro ejemplo de esta desestructuración económica lo marcaban el noble incremento de los concursos de acreedores -tanto de empresas como de sus directivos o empresarios-, los últimos años la cifra de estos procedimientos se había mantenido estable. Hasta 2019. El Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, registro a lo largo del pasado ejercicio un total de 48 concursos de acreedores, un 30% más de los contabilizados un año antes y casi el doble de los declarados en 2015 con 25 procedimientos.
En lo que va de 2020, fueron un total de cuatro entidades las que han solicitado la declaración de concurso, si bien y tal y como han precisado fuentes judiciales, no se han declarado ninguno al haber presentado demandan simples o vagas, con escaso contenido ni argumentación. Estas mismas fuentes concretan que en algunos casos se trataba "únicamente" de un solo folio mientras que en otras no se incluía ni el inventario de bienes, ni listado de acreedores o una memoria de actividad.
Esta situación ha llevado a la sala mercantil de Vigo a ser más "rigurosa" a la hora de emitir estos autos de declaración de concursos, llegando a inadmitir los que por el momento se han presentado.
En cuanto a la naturaleza de los concursos, si bien desde la sala no aprecian un notable "despunte" en la tipología, sí que precisan que cada vez con más frecuencia se están viendo negocios relacionados con la restauración, tales como bares o restaurantes (como por ejemplo el conocido Catering Don Pepe, cuya deuda ascendía a casi un millón de euros). Destacan también las firmas relacionadas con el diseño gráfico o la informática.
Más de 200 activos
El auténtico problema en esta sala no es tramitar los procedimientos concursales de nuevo ingreso, sino la cantidad de ellos que continúan abiertos. Y es que fuentes judiciales explican que son "más de 200" los concursos todavía activos a la espera de poder cumplir con el convenio de acreedores o vender todo su activo. Es precisamente la primera causa la que motiva que este centenar de causas "se enquisten". "Cada acreedor presenta demandan en múltiples juzgados para tratar de recuperar o cobrar su deuda, por lo tanto, entre que salen las ejecuciones y no, estos procedimientos se enquistan. Hay administradores concursales que optan por archivar provisionalmente y reabrir cuando sea necesario, pero muchos otros optan por dejarlos abiertos", destacan estas mismas fuentes.
Es el caso de dos concursos millonarios declarados en la ciudad hace ya cuatro años y que todavía no fueron concluidos: el de empresa Linorsa y el de la exconcesionaria del Auditorio Mar de Vigo, Pazo de Congresos.
Cambio de reparto
Para tratar de paliar este trabajo extra que acumula la sala -con unos ratios de trabajo muy superior a los de las otras dos salas mercantiles de Pontevedra-, los tres magistrados plantearon derivar a Pontevedra parte de los pleitos de aerolíneas que lleva Vigo y que componen el grueso de su trabajo. De los 632 asuntos, entre casos nuevos y ejecuciones, que contabilizó en 2018, casi la mitad -un total de 303 según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) - fueron en materia de transporte. Tras ellas se sitúa las relativas a la SGAE, con casi una demanda cada dos días (151). La cifra supera en casi 200 causas la máxima recomendada por el Poder Judicial -que es de 435 por magistrado-.
