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Una ventana al fondo de la ría

El proyecto "13 grados", creado por dos viguesas, muestra la biodiversidad del fondo marino y conciencia sobre la importancia de su conservación

Tiburón gato, una especie inofensiva.

El fondo marino es uno de los ecosistemas más desconocidos del planeta. Son pocos los que se sumergen en sus profundidades para descubrir toda la biodiversidad que existe bajo el mar y, por esta razón, dos buceadoras viguesas crearon el proyecto 13 grados a través del que muestran al público el singular mundo de la ría de Vigo, cuyo nombre hace referencia a la temperatura media a la que se encuentra el agua durante el año.

Sara Carrasco y Silvia Iglesias, una fisioterapeuta y una psicóloga, descubrieron, en 2012, la riqueza del mar de Vigo en una de las inmersiones que hicieron como buceadoras principiantes. Poco a poco, ambas se fueron interesando más por este hábitat natural y se propusieron convertirse en la ventana por la que todos los vigueses y amantes de los peces se pudieran asomar al fondo marino. "Para nosotras mismas era un gran desconocido, aunque vivíamos al lado del mar. Por este motivo, el proyecto lo que pretende es hacer una labor de divulgación y de conservación del medio marino de la ría", explica Sara Carrasco.

Asesoradas por biólogos, las viguesas fueron aprendiendo sobre la fauna y la flora marinas y esto las impulsó a desarrollar la página web 13 grados, en la que publican fotografías e información de especies que encuentran en las profundidades. "Nuestra intención es mostrar a todos los públicos todo lo que hay debajo del mar, de forma que puedan hacerlo sin necesidad de bucear ni de tener conocimientos en biología", apunta Silvia Iglesias.

En cada una de sus zambullidas, Sara y Silvia, descienden equipadas con todo el material necesario para fotografiar y filmar bajo el mar. "En la ría es bastante habitual encontrarte con la raya mosaico y también es muy abundante la pintarroja que es conocida como tiburón gato, una especie de pequeño tamaño e inofensiva para los humanos. Además, los pulpos y los chocos siempre están y la verdad es que es fascinante verlos", comenta Carrasco.

La fauna marina no es lo único que se exhibe en 13 grados. La flora también tiene un apartado especial en la web viguesa. "A veces a las algas y a los corales los dejamos un poco de lado, pero son muy abundantes y le dan un toque de color muy especial". En la ría viguesa son comunes las gorgonias, corales de color morado, y las laminarias, algas marrones. "Ambas forman una tónica muy común en los paisajes que nos vamos encontrando", expresan las buceadoras.

El Atlántico europeo cuenta con una gran cantidad de algas laminarias, una talofita que puede llegar a medir varios metros y que son como "bosques submarinos". "Cuando te metes entre ellas hay una cantidad de vida enorme", manifiesta ilusionada Iglesias.

Sara y Silvia trabajan para concienciar a la población sobre la importancia de conservar el medio marino. En sus inmersiones encuentran en las profundidades cosas "curiosas" como ruedas de camiones, baterías, botellas o aparejos de pesca. "El tema de los plásticos es más evidente en la costa porque se ve arrastrado por las corrientes y hace que se junten en mayor cantidad en playa. Por lo general, la basura es más visible en las orillas que buceando", puntualiza Iglesias.

El cambio climático afecta a la temperatura del agua y anualmente se realizan mediciones en las zonas superficiales de la ría. "Está constatado que el crecimiento es progresivo y va en aumento en las últimas décadas. Nosotros quizás no lo notemos tanto porque para que suba un grado tienen que pasar unos cuantos años porque fluctúa", señala Carrasco.

El objetivo personal de ambas es el de "vincular" su vida plenamente al proyecto. Ambas quieren continuar mostrando el medio natural que "nadie ve" e inculcar a los vigueses que "la vida cotidiana" influye "mucho" en la conservación del fondo marino de la ría.

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