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La obra nueva, coto vedado a los "curritos"

Apenas existe oferta de vivienda a estrenar por el precio "adquirible" que establece el IGE para los asalariados: 153.000 euros

El sector inmobiliario en Vigo no ha dejado de asentar los cimientos de su recuperación. El último dato de transacciones inmobiliarias anotado por el Ministerio de Fomento (523), correspondiente al tercer trimestre del pasado año, es ligeramente inferior al del mismo periodo de 2018, pero sigue siendo el segundo mejor verano de la década. Aun así, la obra nueva es harina de otro costal. Con el alquiler en una escalada de la que todavía no se conoce cumbre, buena parte de las grandes promociones de obra nueva son para un sector medio-alto, cuando no directamente premium. Si el IGE cifra en 153.537 euros el precio adquirible de una vivienda en la comunidad -el máximo que se puede permitir un asalariado medio por una casa estándar con una hipoteca al 80%- basta echar un vistazo a los portales de referencia del sector para comprobar que, por estos márgenes, a los trabajadores les quedan exiguas opciones. En Idealista, la oferta de pisos por hasta 160.000 euros es de apenas 22; en Fotocasa, con un tope de 150.000, solo 13.

"Cuando desde el sector intentamos que haya en equilibrio entre el precio de la vivienda y la renta disponible, es por algo", reflexiona Benito Iglesias, presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). "Si no, hay una disfunción. La obra nueva que se está construyendo, no solo en Vigo, sino el resto de ciudades, va dirigida a un segmento de población medio-alto. La mayoría parten de 200.000 euros. Pero no es que sea un error del promotor, es que sabe que una persona con ingresos de clase media lo tiene muy difícil". Para Iglesias ha cambiado "radicalmente" el perfil del comprador de la última década. Según dice, "casi el 90% de los menores de 35 años en Galicia no tienen posibilidades de acceder a una vivienda en propiedad", principalmente por la temporalidad y los bajos salarios, por lo que son los "directivos, los profesionales liberales o los empresarios" con ingresos altos los que concentran buena parte de la demanda. Desde Fegein insisten en la necesidad de un parque público de vivienda protegida para subsanar esta carencia. "O se atienden esas necesidades o cada vez el cuello de botella se estrechará más", zanja.

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