Dos nuevas víctimas del matrimonio que llegó a raptar con fines presuntamente sexuales a una asistenta del hogar en su domicilio de Castrelos declararon ayer ante el Juzgado de Instrucción 7 de Vigo a cargo de las actuaciones. Ambas empleadas ratificaron los abusos y corroboraron las versiones ofrecidas por otras víctimas. La trama suma ya siete afectadas, la mayoría originarias de Nicaragua y Guatemala en situación de especial vulnerabilidad.

Los hechos se destaparon el pasado mes de octubre de 2019, cuando la denuncia de una de estas mujeres, que acabó retenida y obligada a hacer las tareas domésticas en tanga, destapó el caso. Durante el registro de la vivienda, el hombre se precipitó por la ventana y terminó falleciendo, mientas su esposa ingresó en prisión provisión, donde continúa desde hace 4 meses.

Los víctimas encontraron el anuncio de asistenta en un portal de internet pero no imaginaban las exigencias. Como ellas mismas declararon, tras hacerse el hombre pasar por "médico" o "enfermero" , les hizo pasar una "exploración vaginal", poniéndoles como excusa que dado que iban a cuidar a su hija pequeña, de tan solo 5 años, y necesitaba asegurarse que estaban en buenas condiciones de salud y no le contagiarían ninguna enfermedad. Añaden que lo hizo en el sofá del salón. Al parecer, habría sido clave para localizar a las perjudicadas que la pareja les hizo firmar un consentimiento informado de esa "revisión" a la que fueron sometidas al llegar a la casa, tras la que ninguna de ellas se quedó a trabajar en aquel domicilio.

Las fuentes consultadas señalaron que el matrimonio se aprovechó de la vulnerabilidad y falta de recursos de las víctimas, que estaban en un país distinto al suyo, engañándolas con la posibilidad de conseguir los papeles para legalizar su situación en España.