El pasado 11 de febrero nos dejó el Dr. Alfredo Repáraz Romero, pediatra jubilado del Complejo Hospitalario de Vigo, y sus compañeros queremos expresar nuestro reconocimiento a su figura, tanto profesional como humana.

Formó parte de las primeras generaciones que se formaron vía MIR en España. Él lo hizo en el Hospital de la Vall d'Hebrón de Barcelona, y luego ya como médico adjunto se afincó en la ciudad de Vigo. Entre sus principales logros está su papel fundamental en la creación de una Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos en Vigo, en el año 1994, de la que luego ejercería de responsable hasta su merecida jubilación en el año 2013, descontando una breve etapa en puestos de dirección del Complejo.

Su sagacidad y su sólida formación contribuyeron decisivamente al desarrollo de la pediatría en Vigo, tanto por los cuidados que se dispensó a los niños de nuestra comarca como por la docencia que impartió a varias generaciones de pediatras del viejo hospital Xeral-Cíes, que hoy lo tienen presente como uno de sus maestros.

Su talla científica es comparable con su calidad humana. Su corpachón de bilbaíno de pro, y su vozarrón, envolvían una persona afectuosa y divertida con un corazón de oro. Capaz tanto de explicar de forma amena los entresijos de los casos más complejos como de dar un consejo práctico en cuestiones más cotidianas. Curioso y humilde, siempre dispuesto a aprender una técnica nueva y a escuchar todas las opiniones.

Dos de sus hijos forman ahora parte de la gran familia de los trabajadores del Hospital Álvaro Cunqueiro, y su buen hacer mantiene de alguna forma vivo su legado entre nosotros. Vaya para toda su familia, en especial para su esposa Marilí Andrade, nuestro más afectuoso abrazo.

Le echaremos de menos, pero recordando con orgullo y afecto los momentos compartidos.

Hasta siempre, "Repa".

*Tus compañeros de Pediatría del CHUVI