Una condena "justa" y "ejemplar". Así califican dos de los ciclistas que iban en el pelotón atropellado en 2016 en A Guarda la sentencia que impone 4 años de prisión y otros 6 años sin carné a Manuel Benito A.L., el conductor de 91 años que los arrolló. La jueza concluye que el automovilista impactó contra los deportistas, que iban de forma correcta por la vía y eran visibles, cuando circulaba distraído y superando la velocidad permitida. La pena aplicada es la misma que solicitaron la Fiscalía y las acusaciones particulares. "La mayor satisfacción es que la resolución recoge que nosotros circulábamos correctamente, que íbamos bien", dice un ciclista. El fallo que acaba de dictar el Juzgado de lo Penal 3 de Pontevedra no pondrá fin, sin embargo, a esta causa judicial que lleva ya casi cuatro años de recorrido. La defensa del automovilista lo recurrirá ante la Audiencia Provincial de Pontevedra por "cuestiones técnicas" y al no estar "conforme" con la calificación jurídica. Y, si se mantuviese la sentencia en segunda instancia, iría hasta el Tribunal Supremo.
Aquel siniestro se saldó con dos ciclistas fallecidos y nueve heridos. "Condenaron al conductor a lo máximo, a lo que pedíamos; no creo que vaya a la cárcel por su edad, pero la sentencia es ejemplar y reconoce lo que nosotros mantuvimos a lo largo del proceso judicial", afirma Luis Testera, uno de los integrantes del grupo de 14 deportistas que aquel 12 de marzo fue arrollado en la PO-552. Lo que lamenta es que se hubiese archivado, ya en la fase de instrucción, el delito de omisión del deber de socorro que también atribuían al nonagenario.
Testera fue uno de los deportistas que testificó en el juicio. Allí, en la sala de vistas, describió el atropello como "cuando estás en un andén y pasa un tren". "Es importante que el tema judicial se puede ir cerrando, pero nunca olvidaremos lo que ocurrió, porque dos compañeros fallecieron y otros, como José Antonio Vilán, que tenía una brillante trayectoria como investigador, no puede seguir trabajando por las graves secuelas que padece", concluye.
Otro ciclista es Javier P. González Lago. "No deseo que el condenado vaya a la cárcel, no creo que eso solucionase nada y desde luego eso no nos va a devolver ni a Ñito ni a Diego...", afirma. Para él lo más importante es que el fallo recoge que ellos circulaban bien. "Hay dos cosas que me dolieron especialmente; una, que el conductor no pidiese perdón; y otra, que aportase esas versiones [en la fase de Instrucción] de que fuimos nosotros los que nos metimos delante en la carretera, cuando no era así", recuerda. Lago espera que la condena sirva como toque de atención, "para que nos empiecen a tomar en serio a ciclistas y motoristas en la carretera; cada vez somos más y hay que repartir espacio".
Abogados
Por su parte, los abogados de las acusaciones analizan estos días la sentencia. Aida Blanco, letrada de la familia de uno de los fallecidos, destaca que el fallo deja claro que fue el conductor quien "invadió" la zona por la que iban bien los deportistas. Diego Lago Cabo, por su parte, es abogado del profesor José Antonio Vilán, indemnizado con 1,8 millones por las severas secuelas que padece. El jurista pedía 2,5 millones, por lo que estudiará si recurrir esta cuestión ya que hay varios conceptos denegados que estima que deberían ser incluidos.
