"No he hecho mal a nadie que yo sepa. He ayudado siempre que he podido. Estoy contento." Este fue el resumen de la vida de mi padre, también murciano, días antes de morir.

El psiquiatra Tiburcio Angosto, su paisano, se ha ido igual, haciendo el bien y presto a la ayuda. Lo hacía porque era un hombre bueno y también porque ponía en ello intención, esfuerzo y ejecución inteligente.

Un referente sólido para los tiempos que vivimos.

*Magistrada de Familia