Atraque de urgencia en Vigo por la violencia de unos pasajeros ilegales. El petrolero Harald Maersk -de 180 metros de eslora- amarró ayer en la Estación Marítima escoltado por un fuerte dispositivo de la patrullera de la Guardia Civil Río Guadalope debido a la presencia a bordo de tres polizones muy violentos, según indicó el capitán para justificar la arribada urgente a la ciudad olívica.

Procedentes de Guinea-Conakri, los tres individuos fueron descubiertos poco antes de las 18.00 horas del viernes. El capitán del Harald Maersk, Adrian Panican, informó al centro de control marítimo de Finisterre de un problema a bordo que calificaba de "gravísimo" por la actitud de los polizones. "Muy violentos", indicó, por lo que solicitaba permiso para desembarcarlos en tierra. Panican incidía en que se veía incapaz de controlar la situación y temía que esta se hiciera insostenible. Fuentes al tanto del incidente aseguran que el tono del responsable del petrolero era de desesperación.

Pese a descubrir a los intrusos cuando el barco navegaba a la altura de Sálvora rumbo al norte de Europa, la normativa de seguridad exige que la maniobra en puerto de los petroleros se lleve a cabo de día. Esta es la razón por la que se retrasó su entrada en Vigo, donde los tres polizones fueron custodiados por agentes de la brigada de Extranjería de la Policía Nacional.

Ayer por la tarde el Harald Maersk todavía no había reanudado su ruta y se esperaba que pasara la noche en el puerto. El registro a bordo concluyó sin hallar más polizones.

Desde la comisaría viguesa de la Policía Nacional precisan que se está investigando la veracidad del carácter agresivo de los polizones apelado por el capitan para justificar la entrada en puerto. "Que sean violentos o no está por determinar. Muchas navieras aducen esto para que se desembarquen y así ellos no asumen ni responsabilidad ni costes y pasan el problema a otros".