En una ciudad como Vigo donde lo rural y lo urbano van de la mano y se fusionan en perfecta armonía, el avistamiento de animales salvajes es algo habitual. Lo que no lo es tanto, o al menos hasta hace poco tiempo, es verlos cada vez más cerca del casco urbano. Y, según datos de la Policía Local, hay varios casos cada mes. Solo en 2018 los agentes contabilizaron en torno a 40 alertas por jabalíes, muchos de ellos en viales próximos al centro como Arquitecto Palacios. Y fue precisamente aquí donde ayer tuvieron que intervenir por el atropello de un zorro que apareción muerto en la calzada, probablemente tras ser atropellado por un conductor.

Los propios agentes destacan que el caso de este zorro arrollado no es una anécdota. En los últimos meses han recibido avisos por otros ejemplares muertos en el jardín de una casa de Coruxo; otro visto en Ricardo Mella o en los vestuarios del campo de fútbol de San Paio. Pero no solo tuvieron casos en las afuertas, sino en el mismísimo centro de Vigo: el pasado 25 de octubre un vecino alertó de la presencia de un zorro en García Barbón. Hubos más casos en 2019 en Ricardo Mella, Saiáns, Sobreira o A Madroa.

El problema es mayor cuando estos animales cruzan la calzada, principalmente en horario nocturno. Por supuesto, jabalíes y zorros no entienden de semáforos, y en multiud de ocasiones provocan accidentes de tráfico. De hecho, en Arquitecto Palacios es algo ya habitual. Tanto, que el propio Concello llegó a valorar la instalación de señales para advertir de la presencia de animales cruzando la calzada. Ricardo Mella es otro vial donde hay varias zonas de paso de jabalíes y donde se ha registrado ya más de un accidente.

Arqueros profesionales para combatir a los jabalíes

El aumento de la presencia de jabalíes en zonas urbanas y el consiguiente peligro que supone chocar contra un animal que supera los 100 kilos de peso ha llevado incluso a la Xunta de Galicia a elaborar un protocolo de actuación piloto a raíz de casos en Lugo. Este plan contempla, entre otras medidas, la autorización para realizar esperas con arqueros en la proximidad de la ciudad para abatirlos. Si bien es cierto, y como adelantó este periódico, esta práctica, aunque llamativa, no es nueva. Solo en Vigo y su área la Consellería de Medio Ambiente autorizó entre 2018 y 2019 diez batidas con arqueros. Entre ellas destaca, por su proximidad al casco urbano, una en las inmediaciones del colegio Cluny, en la antigua carretera Provincial. Pero en este caso, cuando se tramitó el correspondiente permiso y llegaron los arqueros, la pareja de jabalíes se había ya marchado de la zona.