Más de 380 caracteres publicados en un pequeño pero contundente hilo de Twitter han sido suficientes para constatar que la chinofobia surgida a raíz de la crisis sanitaria del coronavirus ha llegado también a Vigo. La denuncia, publicada a principios de febrero, ha alcanzado la categoría de viral y ha supuesto, además, la revelación de otros capítulos de rechazo a los chinos en otros puntos de la geografía española.

La denuncia la hace una joven viguesa que escribía en un breve mensaje el episodio racista que tuvo que soportar una tarde por las calles del centro de Vigo y que horas después borraba: "Hoy estaba caminando con mis amigas por el centro de Vigo cuando nos cruzamos a un grupo de chavales blancos adolescentes. Al cruzarse conmigo, uno de ellos fingió un estornudo. No me hubiese molestado si no supiese que lo hizo porque soy china".

Un minuto después, continuaba el relato con un mensaje claro y contudente que ha recibido ya cerca de dos mil 'me gusta' en Twitter después de que el primer tuit se replicase en, al menos, otros 1.500 perfiles: "Gilipolleces como estas pueden hacer más daño del que pensáis. Así que dejad de usar el coronavirus como excusa para vuestro racismo, gracias."

Los mensajes de apoyo a Lúa no se hicieron esperar. Un centenar de respuestas condenaban enérgicamente la actitud de esos jóvenes vigueses y, además, revelaban otros capítulos de chinofobia vividos en otras partes del mundo:

El odio chino se extiende por Asia

El odio chino se extiende por Asia

En paralelo al brote del nuevo coronavirus que se gestó en China y que ya ha cruzado una veintena de fronteras, la chinofobia se propaga por el mundo, en particular por sus vecinos del Sudeste Asiático, donde el rechazo a los chinos no es nuevo.En las últimas semanas han proliferado en las redes sociales de Filipinas, Indonesia o Vietnam multitud de mensajes de odio hacia los chinos, a los que se identifica casi automáticamente como transmisores del patógeno, y reclamos para que sus respectivos gobiernos blinden sus fronteras a los nacionales de China.En Filipinas, donde se ha registrado la primera muerte por el nuevo coronavirus fuera de China -un turista chino que visitó tres islas diferentes-, las redes sociales hierven con mensajes xenófobos que asumen que todos los chinos son focos de enfermedades y reclamos al presidente Rodrigo Duterte para que vete su entrada al país."Difundir noticias falsas y mensajes racistas y xenófobos puede ser más peligroso que el virus en sí mismo, ya que causa confusión, miedos, rencor e inestabilidad", lamentó el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio Filipino-chinas, Henry Lim Bon Liong, prominente figura de la influyente comunidad filipino-china.La etiqueta "No aceptamos turistas chinos" es viral en Tailandia, a pesar de que China es su mayor fuente de visitantes con casi 11 millones en 2019, y algunos taxistas no aceptan pasajeros chinos a raíz de que un conductor se contagiara con el coronavirus.Sin embargo, con 19 casos confirmados, en Tailandia no se percibe un rechazo manifiesto hacia el turista chino y los establecimientos que vetan su entrada justifican la medida por razones de salud."No es racismo, es salud. La OMS ya declaró situación de emergencia. Ustedes chinos no deben salir a la calle porque no saben si están infectados", escribió en Twitter una usuaria, quien se quejó de que los turistas chinos acaparan mascarillas.En Singapur y Malasia, algunos internautas han reaccionado al brote con sarcasmo al afirmar que la crisis no puede durar mucho porque es "Made in China", una broma sobre la supuesta mala calidad de los productos chinos.Otros comentarios sugieren que el brote es un castigo divino por el trato de la minoría musulmana uigur en China o hacen referencia irónica al dicho de que "comen cualquier cosa de cuatro patas menos las mesas y cualquier cosa de dos patas menos una persona", en alusión al consumo de murciélago, supuesto origen del coronavirus.