Otro de los trazos singulares de esta aproximación de las administraciones públicas al centro es la importancia que con ello recobran algunos edificios históricos. El de la Metalúrgica es uno de los más sintomáticos. La sede de la Tesorería conservará la fachada de la vieja factoría de hojalatas, encargada al ingeniero José Barreras Massó, ampliada en 1917 por Jenaro de la Fuente. Del mismo modo, con el traslado de Zona Franca a Areal al antiguo emplazamiento del Rectorado el Consorcio insuflará de actividad un activo que fue proyectado en 1863 por el arquitecto Manuel Uceda y que fue, antes que sede de la Universidad, hogar de una familia de indianos, oficinas del Banco de España y sede del Gobierno Militar. En Praza Berbés, el CGAC, el traslado de la Universidad y el albergue también dará un nuevo giro a un enclave señero.