Las lluvias impiden que por ahora se pueda dar la capa de acabado final a la torre del "Pirulí". Pero en cuanto llegue el buen tiempo, esta será una tarea prioritaria. Una vez finalizada, y mientras continuarán a todo ritmo el resto de trabajos, la fachada se despojará de los andamios que la recubren y ya podrá mostrarse en todo su esplendor. "Como antiguamente", destacó el arquitecto Alfonso Penela. Porque lucirá blanca -se utilizó el tono RAL 9002- como en sus orígenes. "El blanco simboliza pureza y permitirá que el edificio luzca más", resaltó.

Penela mostró a la comitiva judicial una de las zonas donde irá el parking y la plaza, despachos piloto, la biblioteca que se ubicará en la antigua capilla o la terraza de la planta 19. Ayer la intensa niebla no permitió disfrutar de las envidiables vistas desde este espacio.