El primer pleno de 2020 de la corporación municipal sirvió para aprobar el plan normativo que el Concello de Vigo planea desarrollar este año. Se trata concretamente de doce ordenanzas y cinco reglamentos que fueron apoyados con los votos a favor del PSOE y del PP. "Estamos ante un plan ambicioso, todo un conjunto de iniciativas normativas que abarca todas las necesidades de la ciudad", destacó el portavoz del gobierno local, Carlos López Font.

Concretamente, el plan municipal es aprobar este año ordenanzas de medio ambiente, prevención y defensa contra incendios forestales, vertidos no domésticos de aguas residuales, administración electrónica, comercio, utilización y circulación de patinetes eléctricos, reservas de aparcamiento en las vías públicas y accesibilidad de personas con diversidad funcional, el servicio de taxi, la instalación de iluminación exterior, limpieza viaria, playas y obras en la calle.

Los reglamentos que se aprobarán serán los de cementerios, aparcamientos públicos, transporte urbano colectivo de viajeros en autobús, instalaciones de alumbrado y el servicio municipal de abastecimiento de agua y saneamiento.

Uno de los momentos más tensos del pleno tuvo lugar en el debate sobre la retirada del edificio del antiguo rectorado del inventario municipal, que pasa a manos de Zona Franca, para construir su futura sede en pleno centro de la ciudad. Un "mero trámite administrativo" según el gobierno local, y que el PP aprovechó para defender que lo ideal sería "darle contenido edificio en vez de dedicarlo a despachos".

Por otro lado, el pleno dio luz verde a las tres mociones del PSOE. La primera, para instar a la Xunta a una tramitación conjunta con el Concello de la ampliación del Ifevi. También se aprobó solicitar a la administración autonómica la firma de un convenio para garantizar que cumpla su promesa de establecer en el Casco Vello una sede del Centro Galego de Arte Contemporáneo. Además, el pleno instó a la Xunta a ofrecer en Vigo más plazas en las residencias públicas para mayores.