La Policía Local casi pierde de vista a un usuario de patinete eléctrico el pasado viernes debido a la elevada velocidad a la que circulaba por Vigo. Y no fue porqe el vehículo policial no acelerara, sino porque el Vehículo de Movilidad Personal (VMP) lo hacía muy por encima de lo autorizado. Ocurrió en la confluencia de las calles Fotógrafo José Gil y Florida al filo de las doce del mediodía. La persecución comenzó cuando vieron que su usuario se saltaba un semáforo en rojo.

En ese momento los agentes comenzaron a seguirlo. Pero, cuando trataban de alcanzarlo, y tras entrar en la calle Martín Echegaray, se percataron que su velocidad era muy elevada. "Difícilmente podían seguirlo con el furgón policial", admiten fuentes oficiales de la Policía Local.

Minutos más tarde el usuario del patinete se detuvo, momento en el que los agentes pudieron interceptarlo. Tras comprobar el aparato, con una potencia total de 3.200 w., comprobaron que según la etiqueta del modelo tendría una velocidad máxima autorizada de 25 km/h. Sin embargo, los agentes lo aceleraron con las ruedas motrices sin tocar el pavimento y vieron que, según el velocímetro, podía alcanzar al menos los 99 km/h. Deducen los agentes que el vehículo fue modificado. Por ello, procedieron a la correspondiente denuncia y a la retirada del patinete. Además, el propietario había montado un transportín en el patinete en el que en ese momento transportaba un perro.

En patinete eléctrico, de fiesta y borrachos

Las denuncias de la Policía Local a usuarios de patinetes eléctricos fueron a más este fin de semana. Al menos 6 personas fueron detectadas y denuncias por circular borrachas. El caso más llamativo ocurrió a las 4.30 de la madrugada del pasado día 25 en Torrecedeira. Fue la propia Policía Nacional la que alertó a la Local tras ver a varias personas circulando de forma anómala. Se trataba de un grupo de personas que estaban celebrando un cumpleaños. Tras localizarlos, los tres que conducían arrojaron un resultado positivo en alcohol. Además, se tramitó otra denuncia porque en uno de los patinetes, de alquiler de la marca BUNY, iban dos personas a bordo.

A estas tres alcoholemias positivas se sumaron otras dos, también de madrugada. Una en el cruce de las calles Inés Pérez de Ceta y Pontevedra; y otra en Fernando Conde.

A estas denuncias anteriores hay que sumar otras seis sanciones durante el pasado fin de semana. Dos en Alfonso XIII con Cervantes en la que un usuario de patinete eléctrico circulaba en sentido contrario y una mujer lo hacía al mismo tiempo zigzagueando por la acera. Además, el varón también fue multado por haber instalado sin autorización un asiento al patinete. Otra pareja, en García Barbón, también fue interceptada cuando circulaban en sentido contrario. Finalmente, dos jóvenes de 17 y 18 años fueron identificados cuando jugaban con un patinete de alquiler en el interior de un parque infantil de Jenaro de la Fuente.