Dos décadas después del derrumbe del Odriozola su recorrido judicial sigue sin escribir su última palabra. Y todo apunta a que restan bastante meses para ello. El Tribunal Supremo todavía no ha admitido a trámite los dos recursos presentados por una de las aseguradores y el contratista que dirigió los trabajos de demolición del edificio colindante.

Ambos escritos fueron presentados en junio tras una sentencia de la Sección Sexta de Vigo confirmando la de Primera Instancia, que consideraba que el derrumbe se produjo por negligencia. Dicho contratista y la aseguradora Musaat recurrieron el fallo que indemniza a las familias con 1,6 millones.

Si la decisión es la inadmisión, ahí se pondrá punto y final al proceso -salvo el supuesto de que alguna parte quisiese continuar por la vía ya extraordinaria del Tribunal Constitucional-. Si por el contrario, los recursos se admiten, los magistrados del Supremo dictarán una sentencia que ratifique o no el fallo de Vigo. El resto de condenados -dos aparejadores y una constructora- no recurrieron.