Cansadas de tropezar con las vallas que privan el acceso a los paseos de Bouzas, ocho vecinas de esta parroquia viguesa decidieron reunirse a finales del pasado mes de junio para elaborar carteles que después colocarían en los considerados puntos negros de esta zona de la ciudad. Fue la manera de expresar su hastío por una situación que se prolonga en el tiempo y, a su vez, el germen del movimiento vecinal Bouzas abandonada, que denuncia su estado de "descuido" y "deterioro". "Queremos que Bouzas sea un lugar para vivir, no solo para llegar y hacerse el selfi; no estamos en contra de una institución en concreto: Concello, Xunta y Puerto se atribuyen las culpas y la casa sigue sin barrer", explica Paz, una de las integrantes de esta agrupación espontánea.
Las zonas más afectadas, según concreta, son los paseos, tanto el de Valentín Paz Andrade -"cerrado desde el 24 de agosto de 2018"- como el que discurre próximo al campo de fútbol municipal Baltasar Pujales. Lamentan que la "dejadez" de las entidades públicas derive en una evidente "falta de mantenimiento". Incluyen en esta lista, además, el centro de salud, que "lleva años y años sin construirse" y será "mucho más pequeño que el esbozado"; la pérgola, que está "abandonada"; la inexistencia de un aparcamiento destinado a los residentes; y el estado de la fábrica de Alfageme o de algunas fincas que "invaden las aceras". A todo esto, suman la "falta de participación ciudadana" en los proyectos ideados para la parroquia, que llegan "impuestos", y el anuncio de más rellenos, un tema que les preocupa "muchísimo" por su impacto medioambiental.
Para dar voz a esta reivindicación, además de emplear las redes sociales -utilizan una página de Facebook en la que publican fotografías de los puntos negros e informan de novedades- y los carteles -que tuvieron que colocar hasta en cuatro ocasiones tras ser retirados por la administración-, enviaron un manifiesto al Concello firmado por 95 personas que fue registrado el pasado 17 de julio. "Todavía no tenemos respuesta", lamenta Paz. Con el objetivo de sumar más fuerzas y dar a conocer la finalidad de la plataforma vecinal, Bouzas abandonada prepara para las próximas fechas una caminata y un acto reivindicativo del que darán detalles más adelante. "Buscamos cubrir la necesidad de la gente y defender el patrimonio histórico, industrial y marinero de la parroquia", zanja.
