El primer autobús sin conductor circulará este año por Málaga gracias al conocimiento y la tecnología desarrollada por ingenieros vigueses. La empresa Insitu y el grupo de Geotecnologías Aplicadas de la Universidad han desarrollado los sensores que se instalarán en el vehículo para detectar en tiempo real posibles obstáculos en la carretera ante los que deberá detenerse o cambiar de carril.
La empresa Avanza, que lidera este proyecto financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), anunció ayer que prevé iniciar la experiencia piloto durante la próxima primavera con un autobús que trasladará a los cruceristas que lleguen al puerto malagueño hasta el centro de la ciudad. El vehículo elegido será un 100% eléctrico, con capacidad para 60 personas y fabricado por Irizar, otra de las empresas españolas que integran el consorcio.
El equipamiento sensórico vigués, que los expertos de Insitu ya han puesto a prueba en sus propios vehículos, tiene como misión detectar e identificar posibles anomalías en la carretera, por ejemplo, un coche que obstaculice e impida la circulación. Y, cuando esto ocurre, lanza un aviso al centro de control del propio autobús para que decida de forma automática si debe detenerse o cambiar de carril.
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Tanto el grupo de investigación como la empresa Insitu, que nació como spin-off de la UVigo en 2008, tienen gran experiencia en la utilización de tecnologías LiDAR basadas en láser para la inspección de todo tipo de infraestructuras.
"En la Universidad nos hemos ocupado más de los algoritmos y la parte matemática para el tratamiento de los datos. Y en Insitu se han dedicado a la parte de mecanización y de implementación de los sensores de imagen y láser en el vehículo para que detecten en la realidad de su entorno elementos que pueda afectar a su movilidad", explica Pedro Arias, uno de los investigadores principales de Geotecnologías Aplicadas.
El proyecto AutoMOST cuenta con una financiación de 9 millones y arrancó en 2017. El consorcio lo completan las empresas Datik, Etralux, Novadays y Masermic, junto con Tecnalia, el centro tecnológico Ceit-IK4, y la Politécnica de Madrid junto con su Instituto de Investigación del Automóvil (Insia).
La automatización de los vehículos incrementa la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad del transporte urbano. Y su implementación está cada día más cercana. De hecho, el primer autobús sin conductor circulará por las vías convencionales de Málaga, no por carriles específicos.
A la espera de que comiencen las primeras pruebas en Málaga, los investigadores vigueses siguen trabajando en el ámbito de la conducción autónoma y buscan socios en la industria para poder avanzar en esta línea. "Vigo y su entorno tienen una industria muy potente en el sector de la automoción y estamos deseando mostrar a las empresas lo que hacemos y colaborar con ellas en proyectos similares", sostiene Pedro Arias.
