Los hechos sucedidos a mediados de julio en el campamento de Cambados organizado por la congregación salesiana generó gran conmoción no solo entre la comunidad religiosa salesiana de Vigo sino también de otras provincias, donde el investigado era también muy conocido.

La reacción del colegio Salesianos María Auxiliadora de Vigo fue inmediata: el mismo sábado que los menores alertaron sobre lo ocurrido, apartó al sacerdote de su trabajo con los menores y se intentó aclarar lo ocurrido con los escolares y sus familias, a las que aconsejaron denunciar mientras de forma interna se abría al docente un expediente canónico. La Orden se puso a disposición de las familias, de la Policía y de las autoridades judiciales para colaborar "en todo lo que sea preciso". También mostraron su preocupación padres de alumnos de otros centros salesianos de Galicia -produciéndose posteriormente otras dos denuncias más a las cuatro iniciales- a la vez que el ANPA del centro de Vigo hizo púbico su apoyo a las familias en el blog del colegio.