A mayores de estas pruebas testificales, en su auto del pasado mes de noviembre, la jueza de la sala número 2 de Tui también ordenó otras periciales. Entre ellas destaca, a petición de la Fiscalía, la revisión y ampliación de los informes de ADN del semen hallado en su día, en un escenario preparado para despistar a la Policía por lo que se trataría de una prueba de descargo, y compararlo con nuevos parámetros y marcadores biológicos. El ADN aún es anónimo. Fue precisamente el lugar donde fue hallado el cuerpo de la joven uno de los grandes quebraderos de cabeza de los investigadores. Déborah apareció acostada de lado, con piernas y brazos flexionados y con sus zonas más íntimas tapadas con hojas de acacias.